Si hay algo que a todos nos gusta del comercio electrónico, es que nos permite comprar lo que queramos desde la comodidad de nuestra casa, nuestra oficina o nuestro teléfono móvil mientras esperamos en la parada del autobús. En cambio si hay algo que a muchas personas les gusta menos, es la pérdida de esa sensación de «gratificación instantánea» que reciben cuando compran lo que desean en una tienda física. A muchos consumidores no les importa pagar unos euros más por su compra si lo que quieren, pueden «tenerlo ya» sin tener que esperar de 3 a 5 días para que la tienda on-line procese su pedido y lo envíe por correo.
Acortar lo tiempos de entrega y conseguir que el consumidor reciba lo que ha pedido no ya al día siguiente, sino a lo largo del mismo día en que lo pide, se ha convertido en uno de los objetivos tanto de grandes retailers del comercio electrónico como de pequeñas startups, que prometen precisamente eso: acabar con las esperas, permitir que el consumidor pueda empezar a disfrutar de lo que ha comprado, casi en el mismo momento.
En este terreno, Amazon es una de las empresas que se ha lanzado de lleno. La multinacional ha puesto en marcha su servicio «Amazon Same Day Delivery» servicio que de momento funciona en nueve ciudades de Estados Unidos y que promete entregas antes de las nueve de la noche del mismo día en que se realiza la compra. No es la única iniciativa que ha puesto marcha. En un sentido similar, al comprar determinados libros en papel, nos ofrece la opción de descargar su versión digital de forma gratuita (si existe versión para Kindle), de modo que podamos comenzar la lectura desde el primer momento.
Curiosamente la empresa también ha recorrido el camino inverso. Consciente de que también hay muchos clientes a los que no les importa esperar unos días más para recibir su pedido, ha puesto en marcha en el que gratifica con créditos para gastar en productos digitales a los usuarios que decidan que la entrega puede retrasarse un par de días más.
Algo similar han puesto en marcha en eBay con su servicio eBay Now. En este caso hablamos de un partnership con algunas tiendas seleccionadas (Bets Buy, Target, Home Depot, Macys, etc.) y que trabajan en este portal. Como en el caso de Amazon, la posibilidad de recibir entregas en el mismo día también está limitada por nuestra localización geográfica (ofrecen el servicio en seis áreas metropolitanas) y prometen mejorar la velocidad de Amazon, ofreciendo entregas en menos de dos horas desde el momento de la compra.
Finalmente Google también se suma al carro de la compra rápida y su Google Shopping Express ofrece básicamente el mismo modelo, prometiendo en este caso a sus usuarios seis meses de entregas completamente gratuitas.
Junto a los servicios que ofrecen las grandes compañías del comercio electrónico, también han surgido un buen número de pequeñas iniciativas y startups que actúan de forma local y que con un planteamiento algo diferente, también prometen al consumidor el poder recibir en su casa lo que necesitan, casi al mismo tiempo en el que lo compran.
Podemos en este sentido poner el ejemplo de Instacart, un servicio que básicamente nos permite comprar desde casa en las tiendas de alimentación de nuestro barrio, o en las mejores tiendas gourmet de nuestra ciuda y que se asegura que recibimos la mercancía que compramos el mismo día en que la encargamos.
En el mismo sentido Deliv apuesta por el mismo modelo pero amplía su radio de acción. Si Instacart se especializaba en alimentación, en Deliv podemos literalmente comprar lo que necesitemos en nuestro barrio, que a las dos horas de hacer click en el botón de pagar, nuestra compra estará esperándonos en la entrada de casa. La empresa ha sido bautizada por Forbes como «the Uber of the retail world». Y precisamente hablando de Uber, los taxis más polémicos no han querido dejar pasar esta oportunidad y no hace mucho que lanzaron Uber Rush, un servicio propio servicio de mensajería que aprovecha todos esos viajes que sus coches hacen por la ciudad.
La situación en España
Como hemos visto hasta ahora, de momento estamos hablando de una tendencia muy local, limitado a ciudades concretas y en ocasiones, únicamente a barrios determinados (muchos de estos servicios sólo funcionan en la Bahía de San Francisco). ¿Qué ocurre en España? ¿Hay servicios que prometen entregas casi instantáneas?
Podemos encontrar algunos ejemplos en el mundo de la restauración. Iniciativas como Just-Eat o La Nevera Roja han cambiado la forma en la que encargamos comida a domicilio, permitiéndonos pedir a la carta en nuestros restaurantes más cercanos. Pero no son los únicos. Los valencianos de Urban Sherpas prometen entregas de menos de 90 minutos si vivimos en Madrid y menos de 24 horas si vivimos en cualquier parte de España.
Interflora promete en determinadas ciudades que el ramo de flores llegará a su destino en unas horas si pedido se hace antes de las 15.00 horas, y Let’s Bonus afirma que hace lo mismo, aunque de momento limitándose al área de Barcelona. A medida que el comercio electrónico se populariza, a medida que cada vez hay más competencia, el consumidor se vuelve exigente. Por supuesto que el precio va a seguir siendo un factor de peso pero cada vez más, vamos a tener en cuenta el tiempo. ¿Cuándo quiere su entrega? Hoy mismo, ahora.