Los robos en oficinas representan una gran amenaza para empresas de todo tipo. Sin embargo, los autores de este tipo de delitos se mueven más por la oportunidad brindada por un fallo de seguridad que por planes ideados con antelación. Por eso es muy importante tomar medidas para ahorrarnos un disgusto en forma de robo.
En primer lugar, es fundamental comprobar que todas las ventanas, en especial aquellas que se encuentran en las plantas bajas, sean seguras y cuenten con marcos de calidad. Además, es recomendable nombrar un encargado de cerrarlas, al igual que las puertas. Del mismo modo, nuestra empresa tiene que contar con buenos candados y cerraduras, que sean difíciles de abrir. En este ámbito, hay ciertas dudas acerca de la utilidad de los mandos a distancia de seguridad, ya que aunque favorecen a que las puertas permanezcan cerradas, también se han detectado casos de error.
Otra medida relativamente sencilla es contar con una buena iluminación de la oficina. Hay que lograr que todos los rincones sean visibles y complicar a los ladrones la posibilidad de esconderse sin ser vistos. Y por supuesto, si su local se encuentra en un edificio de oficinas o es compartido con otras empresas, dialogue con ellas y pongan en común qué estrategias antirrobo están usando; puede darle claves para asegurar su negocio.
Los circuitos cerrados de televisión son otra gran herramienta de seguridad. Se trata de una medida costosa pero resulta bastante útil. Eso sí, si tiene pensado instalarlo en su oficina, tenga en cuenta que la ley marca una serie de normas que debe seguir en su uso. Asimismo, las alarmas pueden ser de gran ayuda en el caso de que algún ladrón logre internarse en las dependencias de la empresa, sobre todo si están conectadas con la policía o alguna agencia de seguridad.
No obstante, los robos de material no son la única amenaza que acecha a las oficinas. La información es cada día más útil y su manejo es crucial para la supervivencia de las empresas. Por eso, hay que asegurar que los documentos sensibles están a buen recaudo y que se destruyen de manera definitiva aquellos que ya no se necesitan pero pueden resultar comprometedores.
Y, por supuesto, hay que estar alerta frente a los ataques cibernéticos. Es relativamente simple hackear una web o un sistema informática y por ello debemos contar con los mejores firewalls, anti-virus y sistema de seguridad de redes.
Por último, si su empresa es víctima de alguna de las principales amenazas tecnológicas a pesar de haber tomado las debidas precauciones, sería conveniente comprobar los antecedentes de los empleados, pedir a los clientes que comprendan los errores que se puedan cometer a causa del ataque como retrasos en informes o en facturas, hacer una revisión del material para asegurarse de que no se haya perdido nada de gran valor e informar al banco para que vigile las transacciones y evitar costos fraudulentos.
La seguridad en nuestras oficinas es de vital importancia y por eso no se puede dejar nada a la improvisación. Hemos de revisar constantemente las medidas de seguridad y, en especial, si en los últimos tres meses la compañía ha adquirido cualquier objeto de valor. Son medidas sencillas pero que pueden evitar situaciones realmente complicadas.
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