Según un informe de la Agencia Europea por los Derechos Fundamentales, la crisis económica está detrás del aumento de la explotación laboral, que en algunos países llega a implicar, en ocasiones, situaciones de esclavitud. España, junto con Grecia y Portugal son tres de ellos. Trabajar todos los días de la semana por salarios irregulares que no siempre llegan. Trabajar sin contrato y bajo amenazas constantes de expulsión son algunos ejemplos de lo que la Unión Europea define como «explotación laboral grave».
El informe, que se centra en los trabajadores inmigrantes, denuncia que la explotación laboral grave «está generalizada en la UE» en sectores como el agrícola, construcción, hotelero y servicios de catering y trabajo doméstico fundamentalmente. En el caso de España, los principales sectores económicos donde predomina la explotación laboral son el sector agrícola, forestal y de pesca, el hotelero y actividades de servicios alimentarios y el trabajo doméstico, según el informe.
Salarios de un euro por hora o menos y jornadas de 12 o más horas durante seis o incluso siete días a la semana son algunas de las condiciones de explotación laboral que denuncia la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea en su nuevo informe. La investigación, centrada en los trabajadores que emigran a la UE o se desplazan dentro de ella, hace hincapié en la extensión y la impunidad de estas prácticas.
El documento, publicado este martes, no da una cifra exacta de trabajadores explotados ya que las definiciones de «explotación laboral» son diferentes según el país. Además la escasez de notificación o denuncia impide conocer con precisión cuántas víctimas hay. A pesar de todo, el informe deja claro que el problema afecta a «nacionales de terceros países que se trasladan a la UE y la inmigración intraeuropea».