Google Play ofrece a sus usuario más de 2 millones de Apps. Y en la Appstore de Apple la cifra es similar: 1,5 millones de Apps esperan ansiosas que los usuarios se las descarguen, las utilicen y en algunas ocasiones, paguen algo por ellas. Pese a la abundante oferta, la realidad no puede ser más tozuda. Los usuarios instalan una media de 30 Apps en su dispositivo, pero sólo le prestan verdadera atención a unas cinco, que son las que utilizan a diario.
Un nuevo estudio desarrollado por Localytics es aún más esclarecedor: una de cada cuatro personas abandonan una App después de un único uso. Pese a la abundante oferta y a todas las posibilidades que nos brindan las aplicaciones en el móvil, somos tan exigentes que en realidad la mayoría de nosotros no estamos dispuestos a dar a una aplicación una segunda oportunidad. O realmente nos convence de su utilidad, diseño, facilidad de uso, etc. desde el primer momento o se acabó con lo que se daba.
El informe analiza en este sentido datos de más de 37.000 aplicaciones para dispositivos móviles. La noticia positiva es que el grado de fidelización ha crecido ligeramente, pasando del 34% en 2015 hasta el 38% en 2016. El dato menos alentador para los desarrolladores es que el 62% de los usuarios utilizan la misma App menos de diez veces antes de ser eliminada de su terminal.
La otra noticia negativa es que le porcentaje de usuarios que sólo concede una oportunidad ha pasado del 20% en 2014 al 23% actual. Como se apunta en el informe de Localytics no se trata tanto de que tal vez el mercado de Apps se encuentre en declive, que de momento parece que no lo está, sino que ha alcanzado un grado de madurez alineado con el propio mercado smartphone.
Dicho de otra forma, vivir de las Apps móviles es hoy mucho más difícil que hace unos años. Sólo las empresas que ofrezcan una App como servicio de valor añadido a su modelo de negocio, los grandes desarrolladores que pueden invertir en publicidad y marketing o algunas Apps independientes que realmente sean capaces de proponer algo distinto pueden en este momento aspirar a ser rentables.
En el caso de Apple por ejemplo, otro estudio desarrollado por Realm indica que pese a que la compañía ha multiplicado el número de pantallas en las que está presente (Apple TV, Apple Watch) los desarrolladores no lo ven claro. Tanto es así que de cada 1.000 nuevas aplicaciones que se desarrollan para el iPhone, sólo 10 se presentan para Apple TV y una para el reloj inteligente de la compañía. En el caso de Google la situación es mucho peor: ni Android Wear ni Android TV han conseguido despertar el interés de los desarrolladores.
La apuesta de Google en este terreno pasa por eliminar al máximo la fricción entre usuarios y desarrolladores. Y por eso es tan interesante el concepto de Instant Apps presentado por la multinacional en el último Google I/O. Al desaparecer la necesidad de buscar una aplicación e instalarla en el dispositivo, el usuario se debería mostrar más proclive a descubrir nuevas propuestas muchas veces casi sin darte cuenta.
Por otro lado la próxima irrupción de soluciones de AR/VR puede suponer un respiro para nuevos desarrolladores independientes, pero también en este campo deberemos esperar unos años antes de descubrir con cierto grado de certeza hacia dónde se dirige el mercado.
