A muchos empresarios les asusta dar el salto al exterior. Internacionalizar un negocio no es sencillo y las barreras pueden ser elevadas. Pero a la vez, si se consigue con éxito, la recompensa realmente merecerá la pena. Y la clave es precisamente esa: hacerlo con garantías de éxito. Porque según un informe desarrollado por Gedeth Network, los últimos años que una de cada cinco empresas fracasa en su estrategia de desarrollo de negocios en mercados exteriores por la falta de preparación.
A tenor de lo anterior la empresa ha elaborado recomienda a las empresas que quieren vender en el exterior, tener en cuenta las siguientes claves.
No tener miedo a dar el salto fuera
El primer paso siempre es el más difícil pero hay que estar determinado a darlo. Para ello es indispensable diseñar un buen plan de internacionalización que no necesariamente se tiene que ejecutar y llevar a cabo, pero al menos permite conocer el punto de partida de la compañía y de sus fortalezas y debilidades para dar un posible salto al exterior.
Conocer y analizar el país de destino
No basta con coger una guía turística y consultar el último informe macroeconómico. Hay que invertir tiempo en conocer los aspectos legales, laborales, económicos, burocráticos, aranceles, regulación… ya que muchas veces acabas descubriendo que tu producto no se puede comercializar o que tendría más éxito con una modificación.
Establecer los recursos adecuados
No es sólo cuestión de dinero, pero hay que invertir recursos en el desarrollo exterior y, sobre todo, fijar objetivos realistas de ventas, cobros… Nadie dijo que sería gratis, fácil y daría dinero pronto así que otra recomendación práctica puede ser invertir tiempo en conocer las ayudas tanto del país de origen como las que puedes recibir del país de destino. No lances un paracaidista y pretendas recoger resultados al mes siguiente.
Piensa local
Por muy parecidos que sean los mercados, siempre hay diferencias: idioma, cultura, hábitos de consumidores, procesos burocráticos…
Contar con un partner local puede ser una buena vía para comenzar a conocer mejor el destino. También resultará indispensable adaptar localmente las comunicaciones (redes sociales, marketing…) a los gustos locales.
Sé original
Fíjate en lo que han hecho los demás y trata de buscar tu enfoque diferencial. Determina tu canal de entrada al país (partner, sede, feria, comercialización, plataforma para ir a otros países) y pon en valor las bondades de tu producto / servicio. Sobre todo sé original a la hora de presentarlo y diferenciarlo.
Busca ayuda y sinergias
En el extranjero muchas veces se coopite. Busca y aprovecha el conocimiento y experiencias de otras pymes, de las asociaciones, consultores de negocio, contactos comerciales, contactos en redes sociales profesionales…
La internacionalización empieza desde dentro
No es mantra de artes marciales, pero la internacionalización no hay que hacerla hay que serla.
Por eso hay que empezar a preparar internamente y con tiempo a los equipos y profesionales de la compañía, buscar afinidades culturales, crear equipos de trabajo conjunto y equipos mixtos en destino y origen…
Control y análisis y paciencia
En el desarrollo exterior el veni vidi vinci de las legiones romanas no funciona. Hay que ser paciente, prudente y analizar continuamente las mejoras y debilidades del proyecto. Recuerda optimizar recursos con las ventajas de acuerdos doble imposición, la posibilidad de llegar a otros mercados y ampliar el alcance, vigilar los gastos innecesarios y ser prudente y hacer provisiones.