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Sábado, 20 Abril 2024

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Diez empresarios de éxito que alcanzaron el éxito después de los 30 (I)

Por regla general pensamos que nuestra vida estará resuelta antes de los 30 años, cosa que puede ser un grave error y causarnos decepción, e, incluso, ataques de pánico si la mayoría de las metas no se han cumplido antes de esa edad. Y es que, para muchos, esta edad es el límite para cumplir todo lo que deseamos. Sin embargo, después de conocer las historias de emprendedores que tuvieron éxito después de los 30 años creerás que nunca es demasiado tarde para hacer tus sueños realidad.

Jan Koum, WhatsApp

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A todos nos encanta WhatsApp, el servicio de mensajería más popular del planeta. A diario usamos su entretenida plataforma para comunicarnos con nuestros amigos y familiares. Pero la fundación de WhatsApp tiene una admirable historia de lucha y superación, protagonizada por su creador Jan Koum. Koum nació el 24 de febrero de 1976 en Kiev, Ucrania. Pero debido a los problemas políticos y sociales que había en su país, se mudó a California en 1992 junto a su familia.

Jan recuerda que su madre metió en la maleta cuadernos y libros, para evitar pagar por útiles escolares en Estados Unidos. Se establecieron en Mountain View y gracias a un programa de apoyo social pudieron vivir en un apartamento de dos habitaciones. Para entonces tenía 16 años y el plan era que más adelante su padre se uniera a ellos en Estados Unidos, cosa que nunca ocurrió. La madre de Jan comenzó a trabajar como niñera y personal de limpieza de una tienda. Cuando Jan tenía 18 años se comenzó a interesar en la programación. “No tuve un ordenador hasta los 19 años”, recuerda. Fue autodidacta para aprender sobre PCs, leyendo manuales y libros. Después se unió a un grupo de hackers llamado “ww00w00” y allí conoció a los fundadores de compañías como Napster, Shawn Fanning y Jordan Ritter. Dichos contactos le permitieron introducirse en la Universidad de San José y trabajar en el departamento de seguridad de Ernst & Young. Pero Jan estaba más interesado en trabajar que estudiar, así que abandonó la universidad antes de graduarse.

Koum fue contratado como ingeniero de Yahoo después de conocer a Brian Acton, donde trabajó hasta 1997. Ese fue un año duro por la muerte de su padre. Su madre fallecería en el 2000. En el 2007 decidió tomarse un año sabático y viajar a Sudamérica junto a su amigo Brian. la idea de WhatsApp nació, sobre todo, gracias a Apple. Jan se compró un iPhone en 2009 y se dio cuenta de que su dispositivo y la App Store se abrirían a un nuevo mundo de apps. Fue entonces cuando comenzó a conversar con Alex Fishman sobre una posible aplicación y fue así como nació el nombre de WhatsApp. Una semana después había sido fundada WhatsApp Inc. Eso ocurrió el 24 de febrero del 2009. Los 400.000 dólares (358.873 euros) que ahorró mientras trabajaba en Yahoo fueron suficientes para crear la empresa.

Lynda Weinman, Lynda.com

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Lynda nació justo 40 años antes de fundar Lynda.com, en enero de 1955. Hija de padres divorciados, desencantada con el instituto, se graduó en humanidades por el Evergreen State College de Olympia, Washington. La estadounidense tuvo empleos muy variados: montó dos tiendas llamadas Vertigo, y estuvo diseñando los efectos visuales de películas como RoboCop 2 o Star Trek V. Fue su primer contacto con los ordenadores a nivel profesional.

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A nivel personal, Lynda aprendió a utilizar el Apple II que tenía su novio de aquél entonces. De ahí, Lynda pasó a impartir lo aprendido con los medios digitales en el Art Center College of Design en Pasadena y a lanzar su propio libro. Punto importante: muchos consideran que dicho libro es uno de los primeros en enfocar la informática desde el punto de vista del diseño. Los beneficios obtenidos a partir de sus ventas permitieron que Lynda y su marido pudieran comprar una casa, nada menos.

Tal y como contó la propia Lynda en una entrevista para ReadWrite hace poco más de dos años, Lynda.com nació como excusa para practicar con el diseño gráfico de páginas web. Empezó siendo un repositorio personal para ella, un sitio desde donde poder practicar y hacer experimentos. En aquella época, Lynda y su marido fundaban su escuela de diseño web. Y fue entonces cuando ocurrieron los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, cosa que provocó un descenso en los viajes por puro miedo a ser el partícipe involuntario de otro de esos atentados. Lynda tuvo la idea: ¿y si ahorramos los viajes a nuestros alumnos e impartimos las clases online? «Vimos una oportunidad para usar Internet, desde sus mismos principios, como un medio de distribución de información«, dice ella misma en la entrevista.

Junto con haber escalado bien la web a medida que crecía la demanda, Lynda.com se ha convertido en lo que es ahora. Ha pasado de ofrecer 100 cursos en 2004 a producir sus propios documentales en 2008, y ahora mismo cuenta con 500 empleados por todo el mundo que se encargan de mantener la web y sus 3,441 cursos en más de 128.000 vídeos. El negocio: un periodo de prueba gratuita y planes de 19,95 dólares mensuales o 198 anuales entre otros. Les funciona, porque la mitad de las compañías del grupo Fortune 500 utiliza Lynda.com para formaciones. Para la época de las primeras inversiones, Lynda.com crecía un 40%.

A lo largo de su periplo, Lynda ha sido reconocida con varios premios por su trabajo como profesora y emprendedora. En 1999 estuvo en el Top de 25 mujeres en la web según San Francisco, y fue nombrada emprendedora del año en el South Coast Business and Technology Awards. Y recientemente, a una edad en la que la mayoría de ejecutivos del sector ya sólo piensan en retirarse y dedicar su tiempo a estar más tranquilos y alejarse del mundillo tecnológico que no deja que cambiar, Lynda decide unir esfuerzos con LinkedIn para acercar la formación a todos los que buscan oportunidades laborales en esa red social y creen que el aprendizaje ya no encaja en ellos.

Jack Ma, Alibaba

Pensar que los hombres que se han hecho a sí mismos han dado a la primera con la idea o la oportunidad de negocio que les ayudaría a acumular ceros en sus cuentas corrientes es una ingenuidad. El fracaso forma parte de las biografías y los currículums de muchos de ellos y en el caso de Jack Ma, fundador de Alibaba, el rechazo fue una constante en sus primeras incursiones en el mundo laboral.

El que ahora ostenta el título de hombre más rico de China sufrió nada más y nada menos que una treintena de «ya le llamaremos» antes de que Alibaba despegara y acabase con los descubiertos de sus finanzas. En una entrevista con el periodista estadounidense Charlie Rose, Ma explicó que no pasar los procesos de selección formaba parte de su día a día.

En algunos casos, como cuando intentó entrar en la Policía, no obtuvo el puesto por «no ser suficientemente bueno». En otros, los seleccionadores mostraron con él su lado más cruel. «Acudí a solicitar empleo a KFC cuando llegó a mi ciudad; veinticuatro personas buscamos trabajo en el restaurante, veintitrés fueron aceptadas y yo fui el único que no logró hacerse con un contrato», confiesa. Por si fuera poco, el magnate chino también admitió que suspendió el equivalente a nuestra castiza Selectividad en tres ocasiones.

Los comienzos en Alibaba tampoco fueron boyantes. «Al principio sólo intentaba sobrevivir, pero los primeros tres años no obtuvimos ningún beneficio», explicó Ma. Aunque resulte difícil creerlo, en 2001 el portal chino líder en e-commerce no logró hacerse con los 3 millones de dólares de financiación que intentó cosechar en EE.UU. «No tiramos la toalla», añadió, «volvimos y conseguimos un poco más: 25.000 millones de dólares».

Actualmente, según los datos de la propia compañía, Alibaba cuenta con cerca de 100 millones de compradores diarios, unos 30.000 trabajadores en nómina y genera unos 14 millones de empleos directos e indirectos en China. Para Ma, el quid de la cuestión no es el dinero ni las cifras, sino la confianza que cada día demuestran inversores y clientes en su negocio.

Marcos Alves Fanjul, El Tenedor

marcos Alves

CEO y uno de los fundadores de este portal de gestión de reservas de restaurantes y descuentos en carta a través de Internet que seguramente ya hayas usado más de una vez. Comenzó con 26 años y cuenta que un punto clave de la estrategia de El Tenedor es el impulso de las aplicaciones para iPhone, Android y smartphones en general, a través de las que ya se realizan el mayor número de reservas. El Tenedor fue comprado hace un par de años por TripAdvisor. Una frase motivadora que Marcos dijo en su día y que igual te sirve a ti:

“Para ser emprendedor, hay que soñar. Emprender es un estilo de vida, es una forma de vivir. Te levantas emprendiendo todos los días”, “No importa que haya crisis y que el contexto económico sea negativo; me niego a no soñar”.

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