JD Sports y Sonae, propietarios de Sprinter y Sport Zone respectivamente, se dan la mano y firman un pre acuerdo para integrar sus negocios de distribución de prendas y artículos de deporte en España. El resultado dará un grupo con 287 establecimientos –191 en España y 96 en Portugal– y una facturación de alrededor de 450 millones de euros. Este estará en manos de JD Sports en un 50%, Sonae tendrá un 30% y los fundadores de Sprinter tendrán un 20%.
La corporación resultante podrá plantar cara a Decathlon. Pese a que seguirá años luz de la firma gala, que factura más de 1.500 millones de euros al año, sí se da un paso adelante. “El grupo se convertirá en el segundo mayor distribuidor deportivo de la Península ibérica y generará más escalas y recursos para continuar con el crecimiento de JD Sports”, han señalado fuentes de la compañía. Sonae se muestra igualmente satisfecha por este logro alcanzado, pues “permitirá crear economías de escala, alcanzando niveles atractivos de rentabilidad y el nuevo grupo se beneficiará del conocimientos del mercado de sus accionistas”.
Los responsables de este negocio se posiciones de esta manera cuando se le pregunta por la competencia. “Cuando mejor nos ha ido es cuando no hemos hablado de los otros”. “Somos un formato difernete, no aspiramos a ser la gran tienda del deportista como ellos dicen” y “nuestro lema es vive deportivamente y llévalo a todos los ámbitos de la vida cotidiana”, ha señalado Ángel Segarra, director general de Sprinter.
Sprinter tiene 120 locales en España, Sport Zone cuenta con 49 establecimientos y 84 en Portugal. JD Sports cuenta con 28 locales más en España y 12 en Portugal. Las noticias que circulan sobre la operación están haciendo que las cotizaciones de las enseñas suban. La de JD Sports ha crecido un 1% en la Bolsa de Londres y Sonae un 5% en el parqué lisboeta.