La cacareada «marca España» cotiza al alza. Al menos según la consultoría Reputation Institute que en su informe anual «Country RepTrak 2017» sitúa la popularidad de nuestro país en el puesto 13 de todo el mundo. España gana de esta forma cuatro puestos respecto a la clasificación del año pasado, alcanzado además la cota más alta de la serie histórica, colocándose por delante de países como Alemania, Francia, Reino Unido e Italia.
Las dos variables del análisis de España que más han evolucionado favorablemente en 2016 han sido la “percepción del entorno económico” y el “bienestar social”, que se han incrementado un 3,9% y un 3,2% respectivamente.
El “uso eficiente de los recursos” (2,3%), el “entorno político-institucional” (2%) y la “participación activa en la escena internacional” (1,5%) también han experimentado importantes aumentos.
Country RepTrak, que estudia para la elaboración de su estudio los 55 países con mayor PIB del mundo, ha valorado positivamente la “seguridad”, que es una de las variables más críticas, como consecuencia de la amenaza yihadista, y que en España ha mejorado un 1,4%.
Sin embargo, las principales debilidades de la reputación de España son la “capacidad tecnológica y de innovación” y el “reconocimiento internacional de las empresas españolas”, que han perdido un 1,7% y un 1,4% respectivamente. El director general de Reputation Institute, Fernando Prado, ha señalado en un comunicado que “la reputación de un país tiene un impacto directo en el turismo, sus exportaciones o la inversión extranjera en él”.
Además, ha explicado que “aumentar un punto en el indicador global de reputación es un determinado país supone un incremento medio de 3,1% en la llegada de turistas y un incremento medio de 1,7% en las exportaciones”.