El buen momento que atraviesa la economía no sólo se plasma en la batería de datos que se están publicando en los últimos meses. Existe también una sintomatología en la forma de actuar de las grandes corporaciones del sector del consumo. Las grandes cadenas de distribución han sepultado la estrategia de lluvia de ofertas en productos tecnológicos. Establecimientos como Carrefour o Alcampo habían destinado áreas bien definidas en sus centros comerciales para la comercialización de productos de tecnología a precios de ganga durante la etapa de la crisis económica.
El fuerte incremento del consumo de las familias en los últimos años se ha llevado por delante esta técnica de ventas para atraer consumidores hacia la zona de venta de ordenadores, móviles o gadgets tecnológicos.
Esta estrategia buscaba aumentar el tráfico de clientes determinadas zonas de sus hipermercados, que perseguía convertirlas en áreas de obligada peregrinación por parte de una tipología de cliente muy específica, hombres de entre los 30 y los 45 años en busca de ofertas que, a veces, incluso superaban el 50% en el precio.
Este área de chollos se alimentaba de dos clases de productos. Por un lado se ofrecían últimas unidades que, consecuentemente, habían estado expuestas en los centros o en sus cajas durante un largo período largo de tiempo. Otro producto típico era el que recibe el nombre de reacondicionado. Un artículo que ha sido objeto de devolución, que podía presentar alguna imperfección exterior y cuya caja podía estar deteriorada.
Los establecimientos franceses tienen como política aceptar la mayoría de las devoluciones por parte de los clientes, siempre que el embalaje se encuentre en perfectas condiciones. Una estrategia que busca competir con la cadena de distribución líder del mercado español, El Corte Inglés, la que ha popularizado el lema de que “si no queda satisfecho, le devolvemos su dinero”.
Alcampo admite un plazo de hasta 30 días si el cliente no está satisfecho con su compra, mientras Carrefour reduce este plazo a solo 15 días. En el caso de los teléfonos móviles esta política ha sido más restrictiva, a menudo ligada a defectos de los aparatos.
Estos productos que haan sido devueltos por los clientes, se vuelven a sacar a la venta. Buena parte de las ofertas más interesantes de estos establecimientos provenían de estas devoluciones, lo que tenía que compensarse con un precio muy inferior al original.
Economía al alza
Alcampo y Carrefour han decidido de forma definitiva retirar las áreas destinadas a gangas tecnológicas (con algunas excepciones). El comercio vive una buena coyuntura desde hace cuatro años. En 2016, el consumo de las familias españolas anotó un avance del 3,2% y en este año se espera que se modere al 2,6%, por el efecto de la inflación. El consumo crece desde hace cuatro años y ha dicho adiós a la época de la crisis económica.
Ya no es necesaria la adopción de medidas para atraer a los clientes a los centros comerciales. Lo mismo sucede con los establecimientos hoteleros. Todo el mundo vuelve a ir de vacaciones, las aceras de las ciudades se quedan vacías de coches y los precios de los alojamientos suben un 30%.
Las empresas que gestionan los hipermercados son las encargadas de mejorar la afluencia de clientes o incrementar la afluencia de público en determinadas zonas, lo que en muchas ocasiones exige el cambio de tiendas o de secciones de una zona del hipermercado a otra. El objetivo es mejorar la visibilidad de ciertas áreas y atraer la atención del público.
Las zonas de tecnología a precio de ganga de los establecimientos franceses quedaban muy bien definidas, lo que suponía un foco de atención para clientes de perfil muy bien definido, como ya se ha indicado. La mayoría de las veces, la persona que se interesa por una determinada se lleva consigo a toda la familia, cuando se dirige hacia estas áreas de tecnología a precio de ganga.
