La población mayor de 65 años se ha convertido en uno de los colectivos de consumidores más interesantes en muchos sectores de actividad. Entre los que más está despuntando es entre la distribución alimentaria. Los supermercados de proximidad y las tiendas de barrio están viendo cómo este público es especialmente interesante para ellos y es importante tenerlo en cuenta para realizar acciones de marketing y campañas específicas para este nicho de mercado.
La Asociación Española de Distribuidores de Autoservicio y Supermercados (Asedas) ha realizado un informe en el que se recogen las preferencias de quienes están ya rondando la jubilación respecto al tema de la alimentación. El quid de la cuestión está en lanzar productos muy específicos para ellos, para dar respuesta a sus necesidades nutricionales. Los frescos y las referencias que tienen que ver con una dieta mediterránea y una alimentación equilibrada se presentan como indicadores fundamentales para ello.
A estos factores –sano, natural, saludable– hay que añadir que se trate de elaborados fáciles de preparar y consumir, con tamaños más pequeños, a medida de estos usuarios. Por supuesto, precios competitivos que se adecuen al presupuesto de las personas mayores de 65 años.
Los supermercados de proximidad han ido adaptando su modelo de negocio hacia este colectivo. Así, a día de hoy en muchos establecimientos se ofrece la posibilidad de realizar pedidos a domicilio y se presta atención telefónica, los pasillos son más luminosos y amplios para facilitar la movilidad de uno a otro lugar, el tiempo de apertura se ha adaptado también.
Ignacio García Magarzo, director general de Asedas, ha reiterado que los cambios demográficos «son un punto a tener muy en cuenta a la hora de diseñar el modelo de distribución alimentaria y una de las tendencias de la sociedad española es el incremento de personas mayores de 65 años«. Magarzo reseña que la función de estos negocios no es otra que «responder a su demanda de alimentación y servicio al facilitarles una compra cómoda, segura, cercana y económica”.
Las personas mayores de 65 años suponen actualmente un 17% de la población total en España y el Instituto Nacional de Estadística prevé que este grupo social superará el 30% en el año 2050.
