23.100 millones de euros. Esta es la estimación de facturación del sector de la restauración que ha dado a conocer DBK a través de un informe sectorial que evidencia el buen ritmo de crecimiento que está teniendo esta actividad. El volumen de negocio de 2017 será un 4,7% más que en 2016 y este suma ya el cuarto año consecutivo en el que los restaurantes mejoran sus cifras.
Los principales factores que explican esta subida constante es la mayor predisposición al gasto que muestran los consumidores. Ha mejorado la situación económica, se va generando empleo y los turistas extranjeros vienen más y gastan más en España. Todo ello está contribuyendo a que la restauración sea una de las actividades que mejor reflejan la tónica que está adquiriendo nuestra coyuntura económica.
De cara a los próximos años, en el informe DBK se recogen previsiones muy optimistas. A corto y medio plazo se tienen expectativas de crecimiento favorables pues el sector aún está más de un 20% por debajo de las facturaciones que se alcanzaron en el año 2007.
Las restaurantes con servicio en mesa facturaron 18.700 millones de euros, un 5,1% más que el ejercicio anterior. La restauración tradicional es la que acapara el mayor índice de ventas. La restauración informal elevó su volumen de negocio un 9,8% hasta llegar a 2.800 millones de euros. En cuanto a las ventas en el segmento de restaurantes sin servicio en mesa –comida rápida, autoservicio tradicionales–, estos incrementaron la caja en un 4,7% llegando a 3.355 millones de euros.
El documento recoge el número de empresas gestoras de este tipo de establecimientos, que en enero de 2017 eran 68.454, lo que supone 2.500 más que en enero de 2016, consolidándose así la tendencia de crecimiento iniciada dos años antes. El número de locales también aumentó en casi 2.800 unidades, situándose en 76.492 a principios de 2017.
La ampliación de las redes de establecimientos por parte de las principales cadenas se ve reflejada en el aumento de las cuotas de mercado conjunta de las principales empresas. Ello se evidencia en el hecho de que los 20 primeros grupos de empresas concentran de forma conjunta una cuota de mercado del 12,12% en 2016, mientras que el conjunto de cadenas alcanzó el 34%, seis puntos más que en 2012.
