Mucho se habla habitualmente de las desventajas de ser autónomo. Problemas para cobrar el paro, para jubilarse, pensiones muchísimo más bajas que los asalariados, gastos por todos los lados…Está claro que los trabajadores por cuenta propia parten de una situación de inferioridad respecto a los trabajadores por cuenta ajena. Pero hoy, vamos a intentar lanzar un mensaje optimista y hacer ver al lector los aspectos positivos de trabajar como autónomo.
Se estima que en torno al 62% de los autónomos asegura que le gustaría seguir trabajando por cuenta propia el resto de su trayectoria profesional. Un estilo de vida en el que habitualmente se da el cien por cien y se recibe el veinte por ciento.
El trabajo por cuenta propia muchas veces se entiende como única salida al desempleo. En ocasiones, como emprendedor, para generar empleo y riqueza. En otros casos, como empleado o más bien como colaborador de una o varias empresas, en diversas profesiones en las que se hace un trabajo de un lado y otro trabajo de otro lado para intentar llegar a final de mes.
Por ello recomendamos que si alguien se anima a dar el paso y hacerse autónomo lo haga con muchas ganas e interiorizando las ventajas que tiene ser autónomo. Vamos ya con los aspectos positivos de trabajar por cuenta propia.
Es un modelo flexible
Es un modelo flexible en el momento en el que tú puedes ser tu propio jefe, ya que eres tú el que decides cuándo trabajas, qué trabajos aceptas, qué trabajos descartas y en muchas ocasiones cómo organizas tus horarios. No depender de un superior o de una administración puede ser siempre un aspecto positivo. Ser dueño de tus propios actos es algo que siempre encandila así como disponer de nuestros propios recursos. Ahora bien, todo eso de ser tu propio jefe, requiere una responsabilidad que es siempre tuya, no puedes hacer y deshacer sin control. Es un modelo romántico el de emprender un viaje sin saber lo que el destino te prepara.
El hecho de no tener horarios siempre es un arma de doble filo. Si bien, puede tenerte más tiempo del deseado pendiente de tu trabajo, especialmente en tu tiempo libre, tienes la opción de alinear tu empleo con tu modo de vida. Puedes tener tiempo para ir al médico, para ir a recoger a los niños al colegio, viajar en fechas en las que es más barato, y en ocasiones adelantar trabajo para poder reservar la fecha que quieres para asuntos propios. Habrá veces que eso no sea posible porque el trabajo manda, pero en general puedes organizar tu vida previamente si eres constante en tus labores.
Asimismo, en muchas ocasiones puedes trabajar desde casa. Esta circunstancia te permite compaginar tu vida laboral con tu vida personal. Pasas más tiempo con familia y amigos ya que evitas perder tiempo en desplazarte al trabajo y también ahorras dinero ya que no tienes que alquilar un local para desarrollar tu labor profesional.
Eres motor de empleo
Una de las mayores satisfacciones de ser autónomo consiste en saber que contribuyes a la creación de empleo, es algo realmente reconfortante. Según la información aportada por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) cada día surgen 170 autónomos nuevos que generan empleo y gracias a la puesta en marcha de la nueva ley de autónomos prevén crear 135.000 empleos nuevos a lo largo de 2018. Además, se estima que desde 2011 el número de trabajadores asalariados contratados por autónomos ha aumentado un 53%, superando la cifra del millón de asalariados, según el Ministerio de Empleo.
Asimismo, el trabajo autónomo nos enriquece y no sólo en cuestión monetaria. Nos aporta valores propios del trabajo como creatividad, iniciativa, lucha, tesón, constancia, emprendimiento y un largo etcétera para buscar nuevas metas y un afán de superación para ir creciendo profesionalmente y probando nuevas cosas, marcándonos metas nuevas.
Además, el trabajo autónomo no requiere una inversión inicial, si bien hay que ser conscientes de que implica unos gastos que consisten en pagar la cuota de la Seguridad Social, el IVA y probablemente un asesor para que nos haga las cuentas trimestrales si no tenemos conocimiento al respeccto. No obstante, a diferencia de lo que ocurre en las sociedades, que exigen un capital previo y tiene asociados gastos de constitución, para trabajar como autónomo no necesitas una gran inversión. En el momento en que nos comprometemos con un proyecto lo hacemos en situación de bienes gananciales.
Tienes deducciones
Otro de los principales atractivos que tiene darte de alta como autónomo son los ahorros en sus cuotas. Es algo que sólo ocurre al inicio, pero las bonificaciones implican una tarifa plana que dura dos años, tiempo que puede ser suficiente para poner en marcha tu negocio y hacer que todo vaya viento en popa. Ser nuevo autónomo, además, te puede dar derecho a una reducción del 20% del IRPF por inicio de actividad. Hablamos de la reducción del rendimiento neto (ingresos-gastos) cuando este es positivo en un 20%, circunstancia que puede animar a muchas personas que estén dudando a dar el paso a hacerse autónomo.
Posibilidad de crecer
Las posibilidades de desarrollar una actividad por cuenta propia son muchas y variadas. Existen muchos ámbitos en los que puedes progresar, principalmente en torno al producto o servicio, los clientes y el mercado. Una vez que has puesto en marcha tu negocio las opciones de crecer, si consigues internacionalizarlo, traspasando fronteras y si consigues una amplia cartera de clientes, son amplias.
Es una opción de desarrollar tu carrera profesional, siendo tú, o en el caso de que los hubiera tus socios también, el único responsable. Una manera de cumplir un sueño y de ir montando tu empresa poco a poco desde abajo. Siempre hay un riesgo cuando decides emprender una aventura en solitario, pero es una experiencia que te aportará conocimientos y soltura para la vida y la posibilidad de crear una criatura que es exclusivamente tuya. En definitiva, una satisfacción personal.
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