El desempleo juvenil, en cifras absolutas, descenderá en los próximos cinco años, aunque los jóvenes que sólo tengan una formación básica tendrán «graves dificultades» para encontrar empleo en el próximo quinquenio, según se desprende del estudio «Jóvenes y empleo: escenarios de futuro», realizada por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fad a partir de opiniones de expertos.
En concreto, el informe señala que la brecha social y las diferencias entre personas jóvenes aumentarán en los próximos años porque el mercado laboral discriminará «cada vez más» entre jóvenes con o sin experiencia cualificada.
En este sentido, el 76% de los directivos de Recursos Humanos de grandes empresas consultados afirma que apenas se contratará a jóvenes con estudios primarios; el 59% piensa lo mismo de aquellos que sólo cuentan con FP Media o básica; y un 88% dice que no se contratará a jóvenes sin estudios.
Además, han destacado que el 77% de las empresas demandan formación universitaria, siendo el postgrado el tipo de formación universitaria más demandado. Según los expertos consultados en el estudio, el mercado de trabajo siempre penalizará con los empleos de peor calidad a la población juvenil por no tener experiencia laboral. La temporalidad seguirá siendo la principal vía de acceso laboral y aumentará el número de contratos a tiempo parcial aplicados a la población juvenil.
Por otra parte, el trabajo autónomo aumentará en los próximos cinco años debido a que las empresas impondrán esta modalidad de trabajo para contratar sus servicios. La investigación también apunta a que el sector terciario y, en menor medida el sector cuaternario (I+D+I), serán los promotores del crecimiento de la empleabilidad juvenil en España. Por el contrario, el sector primario o agropecuario no tendrá relevancia en la generación de empleo joven en los próximos años.
Desde el punto de vista de la empresa, las cualidades más valoradas a la hora de elegir un candidato son la capacidad de trabajar en equipo (31%); la motivación (26%); y en posiciones muy distantes, la disciplina, las habilidades analíticas y de comunicación, la formación técnica o la capacidad de liderazgo.
Por otro lado, la investigación resalta que existe una idea generalizada de que la población juvenil estará más tiempo estudiando o preparándose porque le costará encontrar trabajo. Además, apunta que aumentará el número de jóvenes que realice parte de su currículo educativo en el extranjero, debido fundamentalmente a las exigencias del mercado laboral.