Adiós a las máquinas de vending en la oficina. El próximo «cafelito» mañanero podría llegar…volando. Esto es por lo menos lo que sugiere IBM, que acaba de patentar un dron cuya función no será tanto la de «revolotear» por todo tipo de espacios públicos, sino la de ser un auténtico barista, capaz de entregarnos ese café que tanto necesitamos, en el momento en el que lo precisamos.
Según la patente de la multinacional americana, este pequeño dron está pensado para sobrevolar el interior tanto de pequeños espacios cubiertos (por ejemplo una oficina), como espacios más amplios, como puede ser un centro de convenciones y congresos. En este sentido, aquellos trabajadores que quieran un café, todo lo que tendrán que hacer es pedírselo al dron, utilizando para ello una aplicación para teléfonos móviles.
Sin embargo la patente de IBM no se queda ahí. Lo más interesante es que este dron podría determinar quién necesita un «chute de cafeína», adelantándose a una futura petición. Para ello tomaría como base los datos de pulseras de actividad como Fitbit y similares, que le harían saber qué tal ha dormido su dueño. Si el dron detectara que el nivel de descanso no ha sido el ideal, se ocuparía de prepararle un capuccino o un espresso.
Más allá de su uso en oficinas y empresas, la multinacional amerciana imagina un futuro para este dron en el mundo de la hostelería. Y no sólo para llevar bebidas a los clientes. El pequeño ingenio podría por ejemplo determinar (analizando la voz) si un cliente ha bebido demasiado, negándose en consecuencia a servirle más alcohol…o podría detectar si alguien está intentando marcharse del establecimiento sin pagar.
De momento habrá que esperar un tiempo para comprobar si nuestros centros de trabajo se llenan de pequeños robots voladores ya que aunque la idea puede funcionar sobre el papel, no parece tener una fácil aplicación práctica…por no hablar de lo complicado que parece en este terreno el poder cumplir con la regulación laboral.
Sin embargo, sí que apunta a un fenómeno que cada vez va a más: la automatización de los procesos en el sector hostelero que en países como Japón ya está afectando directamente a su fuerza laboral.
