Cada vez son más las empresas que se han convencido que preocuparse por la salud de sus empleados sale a cuenta. Poner en marcha un plan de salud corporativo consigue entre otras cosas reducir el absentismo laboral, mejorar el clima laboral e incluso, mejorar la productividad. Impulsado desde la dirección de recursos humanos de la empresa, poner en marcha este tipo de acciones, no tiene por qué ser complicado si se tiene claro qué es lo que se quiere conseguir. Cigna nos explica cómo hacerlo, en seis pasos.
Análisis previo de indicadores
Hay que analizar el punto de partida y lo que se quiere mejorar. Para ello, algunos datos que conviene valorar antes de ponerse en marcha son los informes de absentismo, de evaluación de riesgos y de sugerencias, las memorias de vigilancia de salud o las encuestas efectuadas a los empleados, entre otros.Definición de la estrategia
Con esta información, se pasará a identificar los objetivos (cuantificables), recursos disponibles e iniciativas a llevar a cabo, enfocadas al total de la plantilla o a algún colectivo concreto.
Así, algunas acciones que se pueden llevar a cabo: incentivos o bonificaciones para acudir al gimnasio; programas de prevención de riesgo cardiovascular, deshabituación tabáquica o sobre pautas de alimentación saludable; charlas sobre el manejo de las emociones; día sano con fruta en la oficina; talleres de desarrollo personal, etc.
Designación del equipo de trabajo
Este grupo se encargará de la toma de decisiones, puesta en marcha de las iniciativas y análisis de toda la información (presupuesto que se va manejando, feedback de los empleados, consecución de objetivos, revisión de la participación…), bajo la dirección del responsable de RRHH.
Establecimiento del plan de acción
Definirá a los responsables de cada iniciativa, los indicadores de seguimiento y el calendario de ejecución previsto. Los indicadores de seguimiento, por su parte, han de permitir una comparación con el punto de partida, contribuyendo a corregir posibles desviaciones.
Algunos parámetros que se pueden analizar son los indicadores de salud (tensión, colesterol, peso…), número de promociones internas, reducciones de jornada, índice de rotación y absentismo, índice de participación y de satisfacción, etc.
Compromiso de Dirección
Lanzar una declaración de intenciones desde Dirección permite enviar un mensaje claro a la plantilla sobre el compromiso de la organización con la salud.
En esta comunicación se detallarán los objetivos de las acciones, que deben ser coherentes con la política general de la entidad. Asimismo, también existe la opción de dar un paso más y adherirse a la Declaración de Luxemburgo, iniciativa promovida por la Unión Europea y que supone la inclusión de la entidad en la Red Europea de Empresas Saludables.
Puesta en marcha, medición y comunicación de resultados
Con la puesta en marcha del programa, las iniciativas incluidas deberán ser evaluadas cada cierto tiempo en base a los objetivos planteados. Solo así será posible detectar posibles desviaciones y corregirlas.
Además, es recomendable comunicar a nivel interno estos resultados, y también a otros accionistas como partners, clientes, medios de comunicación, etc. Así, se generará una mayor implicación y confianza de los empleados, al mismo tiempo que se reforzará la reputación de la organización