La marca de joyas Singularu, que aspira a crecer basándose en el modelo Inditex, ofrece piezas “de tendencia” producidas en plazos cortos “para renovar el catálogo cada mes” y aspira a consolidarse con un plan que prevé llegar de las cuatro tiendas actuales a las 90 en 2020.
Si por algo es referencia Inditex (Zara) es por su capacidad para adaptarse rápidamente al mercadoy lanzar nuevas prendas acordes al gusto de su público y algo similar es lo que propone la marca de joyería valenciana Singularu, que planea cerrar este año 2018 con una facturación cercana a los 4 millones de euros “con un sistema de producción rápida y adaptada a la demanda del mercado”.
“Nuestro modelo es muy similar al de Inditex: producir cerca, con unos proveedores que tienen unos procesos muy depurados y que saben que su negocio es ser muy rápidos, ofrecer calidad y dejar que el cliente opine con su cartera”, ha explicado a EFE Alberto Bordegé, director financiero de Singularu.
Esta marca, que comenzó en 2014 de la mano de Cristina Aristoy y Paco Tormo vendiendo solo a través de Internet, vende unas 15.000 joyas al mes gracias a este modelo de observar tendencias, adaptarlas, y llevarlas rápidamente al mercado.
Con fábricas en Extremadura, Valencia, La Rioja y Cataluña, Singularu fabrica sus modelos en pequeñas tiradas, lo que les permite acumular menos existencias en sus almacenes, y con procesos “muy depurados” que les permiten tener nuevos modelos listos en 15 días, dependiendo de la dificultad de la joya.
“Puede que el precio unitario sea más alto que fabricar en China, pero te quitas los gastos de transporte y gestión de ‘stocks’ y los términos de pago a proveedores son mejores. Fabricamos en España, sale mejor, y hacemos algo nuevo en un sector que estaba bastante afectado, con fábricas infrautilizadas”, ha añadido Bordegé.
Singularu tendrá presencia en El Corte Inglés esta Navidad
La enseña valenciana cuenta en estos momentos con cuatro establecimientos físicos, dos en Valencia y otros dos en Madrid, y en la próxima campaña de Navidad tiene previsto entrar en diez establecimientos de El Corte Inglés con mostradores.
En un futuro su objetivo es llegar a las 90 tiendas en 2020 de la mano de un plan de franquicias en el cual ya están seleccionando a los futuros colaboradores, pero del que esperan que al menos la mitad de las nuevas aperturas sean establecimientos propios.
“La inversión es relevante, las tiendas son muy rentables y merecen la pena”, ha asegurado el director financiero de la firma de joyería, que nació como un negocio digital, pero que se lanzó a las tiendas físicas para ampliar su público y dar “facilidad” a las clientas que quieren ver y probar los artículos antes de comprarlos.
Esta expansión está apoyada en las ventas, que superaron el millón y medio de euros en 2017. Aspiran a alcanzar los 4 a final de este año –prácticamente todo ventas nacionales— y pretenden duplicar su valor en 2019 para llegar a los 15 millones en 2020.
Singularu se prepara para ser cotizada o adquirida
La compañía valenciana entró en abril en el entorno premercado de Bolsas y Mercados Españoles (BME), un estadio previo a la cotización que les permite mejorar su gestión y prepararse para el momento en el que quieran captar liquidez en el mercado para financiar la expansión, probablemente hacia el Mercado Alternativo Bursátil (MAB).
“Nos están ayudando mucho a adaptar la empresa y cumplir con lo que solicita el MAB de cara a la comunicación con terceros, los procesos dentro de la empresa. Ayudan a que cambies el chip de pyme a empresa cotizada”, ha comentado Alberto Bordegé.
Singularu, que cuanta con varios fondos de capital riesgo en su capital social actualmente y ha recibido el apoyo de programas como Lanzadera, BStartup del Banco Sabadell o de la incubadora Demium Startups, no cierra la puerta a recibir ofertas de adquisición por parte de alguna gran empresa del sector, aunque su director financiero ha asegurado que por el momento “no están enfocados” en ese escenario.
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