La situación económica ha mejorado, pero todavía hay más de tres millones de personas que buscan empleo en España. Para muchos ellos, la solución más factible pasaría por la autocupación. Es la opción que se plantean muchos mayores de 45 años que no encuentran trabajo y la alternativa preferente para los jóvenes emprendedores, que todavía no tienen experiencia laboral y que sueñan con convertirse en sus propios jefes.
Pero abrir un negocio propio implica siempre una inversión de capital, y es ahí donde empiezan los problemas. Pocas personas disponen de un rincón de ahorro y la amortización del paro no siempre es factible, así que muchas veces toca solicitar ayuda económica. Pero esas dificultades no han de hacernos desistir de nuestros propósitos. Montar un negocio con pocos recursos no es una utopía; difícil, sí, pero imposible, no. ¿Por dónde empezar?, aquí van algunos consejos.
1 – Negocios online, la opción más barata
En la actualidad, la alternativa más económica para convertirse en empresario es optar por un negocio online. La población compra cada vez más por internet, lo que permite emprender iniciativas virtuales con ciertas garantías de éxito.
La gran ventaja de los negocios virtuales es que no precisan local. La mayor parte de comercios online se gestionan desde casa, con el correspondiente ahorro en instalaciones y suministros. Además, son proyectos que pueden llevar una o dos personas, lo que reduce considerablemente los gastos de personal. Bastará con hacerse autónomo y empezar. En este sentido, la tarifa plana para autónomos puesta en marcha por el gobierno está resultando muy efectiva. Son 60 euros al mes durante el primer año; una tarifa perfecta para estar cubierto sin sufrir por la cuota.
Además de no necesitar local, muchos negocios online no precisan ni de stock comercial. Es el caso del dropshipping, que consiste en vender productos de otros a cambio de una comisión. En este caso, el emprendedor se convierte en un agente de intermediación, y es el fabricante del producto el que se encarga de los envíos.
2 – Busca tu nicho de mercado
A la hora de emprender en internet, lo más importante es localizar un buen nicho de mercado, es decir, encontrar una actividad que tenga salida. En este sentido, Google puede ser un gran aliado. Las herramientas Google Correlate y Google Trends, por ejemplo, ofrecen información sobre los términos más buscados en internet. Eso sirve para detectar focos de interés y puede darte pistas sobre los nichos con más posibilidades.
3 – Elabora un plan de negocio
Una vez elegida la actividad, convierte sentarse a hacer números y aquí las oficinas de atención al emprendedor resultan muy útiles, porque ayudan a confeccionar presupuestos y a analizar los aspectos más burocráticos de la actividad.
4 – Fuentes de financiación
Todos los negocios, por sencillos que sean, comportan un gasto inicial. En este sentido, los préstamos personales online pueden ser una buena alternativa, porque proporcionan dinero rápido y sin papeleo. Tan solo es necesario elegir la empresa que ofrezca mejores condiciones y prestar mucha atención a los gastos.
Y no hay que perder de vista las subvenciones. Los jóvenes y los colectivos de mujeres pueden acceder a ayudas públicas para el emprendimiento a través de ayuntamientos y comunidades autónomas.