El gigante del chip ha lanzado los nuevos NUC Islay Canyon, una renovación de sus conocidos equipos compactos que viene equipada con procesadores Whiskey Lake, una revisión de la arquitectura Coffee Lake fabricada en proceso de 14 nm++.
La presentación de los NUC Islay Canyon de Intel se produjo el pasado mes de junio, pero su disponibilidad no ha sido una realidad hasta hoy. Una de las ventajas más importantes que presentan este tipo de equipos es, sin duda alguna, su tamaño. Son muy pequeños, y esto nos permite instalarlos y utilizarlos en casi cualquier espacio de trabajo.
A nivel de especificaciones contamos con dos opciones, podemos comprar modelos totalmente configurados u optar por versiones «barebone» que incluyen los componentes básicos (procesador y RAM). Es importante recordar que la memoria RAM va soldada a la placa, así que no podremos ampliarla. Los modelos básicos vienen con 8 GB, suficiente para una buena experiencia de uso en general, pero si queremos disfrutar de una larga vida útil lo ideal es optar por configuraciones con 16 GB de RAM.
De momento la disponibilidad de los NUC Islay Canyon se limita a Estados Unidos, donde hemos podido ver las primeras unidades con un precio de unos 500 dólares en sus configuraciones más básicas. Los equipos que vienen totalmente configurados y listos para ser utilizados tienen un precio base de 1.000 dólares.
Las especificaciones y las diferentes versiones disponibles se mantienen tal y como vimos en este artículo, lo que significa que todos los modelos vienen equipados con una gráfica dedicada Radeon RX 540X, que cuenta con 512 shaders y 2 GB de memoria GDDR5. Su potencia está un poco por debajo de la GT 1030 de NVIDIA, pero supera con creces a las GPUs integradas que utiliza Intel en sus procesadores Whiskey Lake, así que supone un añadido interesante y muy útil, sobre todo para aquellos profesionales que utilicen aplicaciones no muy pesadas que sean CPU y GPU dependientes.