Las empresas ubicadas en la Comunidad de Madrid acumulaban el año pasado el 36% de la inversión total en innovación de todo el país, lo que permite a la región posicionarse como el epicentro de la innovación española. Pero, tras una pandemia como la que estamos viviendo, ¿siguen las empresas apostando por la innovación y por Madrid? Parece ser que sí.
Este es una de las principales conclusiones de la actualización en tiempos de la COVID-19 de la ‘Radiografía de la Innovación y Emprendimiento en Madrid’, presentada hace unos meses y realizada por MIDE (Madrid Innovation Driven Ecosystem) en colaboración con Impact Hub y UPM (Universidad Politécnica de Madrid).
MIDE es una iniciativa creada a partir del programa REAP (Regional Entrepreneurship Acceleration Program) impartido por el MIT (Massachusetts Institute of Technology), de la que forman parte Calidad Pascual, IBM, Universidad Politécnica de Madrid, TheCUBE, Alcorcón eCity, Tetuan Valley, Impact Hub e iPlusF.
Debido al fuerte impacto del estado de alarma y la nueva normalidad en la economía nacional, MIDE ha querido conocer las consecuencias que está teniendo sobre la inversión en emprendimiento de las grandes empresas ubicadas en la Comunidad de Madrid y sobre la propia región, una de las más afectadas durante la crisis sanitaria.
Por esta razón, ha sondeado la opinión de diferentes responsables de Innovación de empresas como: Amadeus, Enagas, TheCUBE, IBM, Ferrovial, Tetuan Valley y Calidad Pascual, así como de representantes institucionales como Maria Luisa Castaño, Directora General de Investigación e Innovación Tecnológica de la Comunidad de Madrid.
Uno de los objetivos principales de MIDE es convertirse en un conector entre todas las entidades y en un activo para la búsqueda de sinergias entre ellas, en definitiva, unificar esfuerzos para mejorar la posición competitiva global de la Comunidad de Madrid. Algo muy necesario en los nuevos tiempos que nos ha traído la pandemia. Parafraseando a Iñigo Peña CEO de Tetuan Valley: “Los ecosistemas que hasta ahora han estado bastante separados, se van a juntar más y habrá más colaboraciones”.
La innovación, pilar estratégico
Entre las principales conclusiones cabe destacar que las grandes compañías no han reducido ni piensan reducir su inversión en innovación por la crisis de la COVID-19. La innovación era un pilar estratégico para ellas antes de la llegada del coronavirus, lo sigue siendo y seguirá así en el futuro. Afirman además que invertir en innovación es invertir en el futuro de la compañía, algo muy necesario para salir reforzados de la actual coyuntura. De hecho, muchas de ellas incluso van a incrementar su presupuesto de inversión porque, como apunta Alberto Rodríguez, cofundador y presidente de TheCUBE “ahorrar en presupuestos solo te hace más pequeño”.
Entre las iniciativas más populares que van a llevar a cabo estas empresas en cuanto a innovación destacan los modelos de innovación abierta, incluyendo los programas de intraemprendimiento, inversión directa en startups internas y externas, programas de incubación/aceleración según la fase en la que se encuentre la startup o la coinversión con otras corporaciones.
A pesar de ello, también apuntan que la inversión global en la tradicional I+D+i podría verse comprometida, lo que se traducirá en menos lanzamientos de productos y/o menos financiación a startups, aunque todos concuerdan en que las empresas que sean capaces de seguir innovando serán las que saldrán más reforzadas de esta crisis.
En cuanto a la forma de trabajar, los responsables de Innovación están de acuerdo en que esta pandemia nos ha cambiado profesional, personal y emocionalmente. Ha supuesto un gran reto para todas las empresas y, como todos los grandes retos, una oportunidad para apoyarse en tres grandes palancas: la tecnología, la creatividad y la innovación. Las nuevas formas de trabajo han aportado flexibilidad a los trabajadores, en ocasiones mayor conciliación de la vida profesional y la personal y, en muchos casos, agilidad. Estos cambios se producen a nivel interno, pero también están impactando de manera significativa en la relación con clientes y proveedores.