Hoy en día, los pagos digitales están totalmente popularizados, especialmente entre la población menor de 40 años. Para las generaciones más jóvenes volver a un escenario previo a su implantación les supondría entrar en el ámbito de lo desconocido.
La mayoría de la compra de billetes de avión, reservas de hoteles, entradas para eventos deportivos y musicales e incluso las reservas de mesas en restaurantes se realizan a través de este método. Y es que los pagos digitales, que son los métodos de pago que se realizan a través de internet, están relegando a un segundo lugar, en muchos casos, al dinero en metálico. Las transacciones han evolucionado a una velocidad de vértigo y cada vez encontramos nuevas tendencias como los pagos por Bizum, el eWallet o el contactless, una tecnología con la que el usuario puede pagar a través de su smartphone, smartwatch o diversas aplicaciones.
No obstante, hubo un momento, no muy lejano, en el que todo esto sonaba a ciencia ficción.
Todo empieza en Benasque, provincia de Huesca
En España, la primera empresa que impulsa el ecommerce, mientras Amazon y eBay hacían sus pinitos en Estados Unidos, es barrabes.com. Esta compañía, dedicada exclusivamente a la montaña y al alpinismo, era la versión online de una tienda física con clientes fieles que buscaba la forma de llevar sus artículos a compradores de todo el territorio nacional. Empezaron a vender en 1995, aunque sería tres años más tarde cuando los hermanos Barrabés lograron afianzar su negocio mediante la creación de una comunidad de usuarios, según asegura Marketing4Ecommerce.
Era el principio del crecimiento de internet en España. Todo a su alrededor era nuevo y excitante. Los usuarios de la red empezaban a navegar y a probar las posibilidades de una tecnología que no sería pasajera. Los problemas técnicos parecían indescifrables, las velocidades eran ridículas y los móviles solo servían para hablar. Pero hoy en día, aún perdura esta empresa aragonesa, en un contexto totalmente diferente.
El Corte Inglés
La cadena de grandes almacenes fue una de los primeras organizaciones en liderar el comercio electrónico en España a finales de los años 90. En esa etapa inicial, en la que históricos como Venca dieron el paso al digital (1997), el supermercado de El Corte Inglés se convirtió en uno de sus proyectos estrella, al que pronto sumaría El Club del Gourmet online. Era el año 2001.
En el 2004 abrió una tienda de revelado digital de fotos en colaboración con Kodak, y un año más tarde, doblecero.com, una web pensada para dar servicio a los socios de su tarjeta de fidelización de moda joven. En 2010, un año antes de la llegada de Amazon a España, anunció una propuesta de venta de moda online que aspiraba a convertirse en la mayor oferta en firmas de moda en internet.
La Caixa, como promotora del pago con móvil
En España, una de las empresas que impulsó los pagos móviles fue La Caixa, actualmente Caixabank. En 2013, cuando ya estaban popularizados los pagos por internet, la organización bancaria catalana propuso, junto a otras organizaciones de prestigio en nuestro país, como Movistar, Vodafone, Orange y Visa Europa fomentar el pago de compras y servicios con el móvil.
La entidad financiera desarrolló NFC (Near Field Communications), a partir de una aplicación que permitía reunir todas las tarjetas del cliente en un teléfono inteligente, garantizando la seguridad en el almacenamiento de datos. De esta forma, el cliente podía realizar compras en todas las tiendas que admitían pagos con contactless. según informaba Distribución Actualidad. España disponía de casi 300.000 datáfonos para ejecutar este tipo de operaciones. La Caixa estimaba, en aquel momento, que el número de usuarios de pagos digitales superase los 100.000 en un año, gracias a esta implantación.
Y siguiendo con Caixabank, ya con esta denominación en 2018 quiso ser pionera del cashless, utilizando a la ciudad castellonense de Morella como ejemplo. Junto al consistorio municipal, implantó acciones para fomentar el pago digital sin necesidad de efectivo y el apoyo al comercio local. Asimismo, cualquier persona que pagase con tarjeta, móvil u otros medios de pago digitales en los comercios de la localidad contribuía con una aportación por cada compra realizada a una iniciativa social del municipio.
Además, quien utilizase las tarjetas de CaixaBank participaba en sorteos y disfrutaba de una bonificación del 2% del importe de las compras realizadas cada mes en Morella. La entidad lanzó también una tarjeta personalizada con una imagen de la localidad.
