La serie Kingston DC600M se presenta como una nueva generación de unidades SSD de alta resistencia dirigida, principalmente, a empresas y a profesionales que ofrece, además, una capacidad máxima de almacenamiento bastante elevada, ya que en sus configuraciones tope de gama dichas unidades pueden llegar a ofrecer un máximo de 7,68 TB de capacidad de almacenamiento.
Los Kingston DC600M están equipados con un sistema de protección contra pérdidas de alimentación que opera a nivel de hardware, lo que supone toda una garantía de integridad de los datos frente a posibles apagones o problemas en el suministro eléctrico. Esto es interesante, pero sin duda lo más llamativo es la enorme resistencia que ofrecen ante ciclos de escritura, ya que pueden llegar a un máximo de 14.016 TBW (terabytes). Incluso el modelo más asequible tiene una resistencia de 876 TBW.
Todos estos nuevos SSD utilizan el formato de 2,5 pulgadas, tienen un grosor de solo 7 mm y son compatibles con la interfaz SATA III. Esto quiere decir que sus velocidades de trabajo no son tan elevadas como las de las unidades SSD PCIe, pero están muy por encima de las unidades HDD y como ya hemos visto tienen una larga vida útil.
Todas las unidades Kingston DC600M están fabricadas con memoria TLC (tres bits por celda) apilada en 3D, utilizan la tecnología SMART de clase empresarial, cuentan con cifrado AES de 256 bits y se pueden comprar en configuraciones de 480 GB, 960 GB, 1,92 TB, 3,84 TB y 7,68 TB. Sus velocidades de trabajo son de 560 MB/s en lectura secuencial y 530 MB/s en escritura secuencial. En lectura y escritura aleatoria alcanza los 94.000 IOPS y 78.000 IOPs, respectivamente.
No tenemos detalles sobre los precios de venta, pero Kingston ha confirmado que llegarán al mercado con una garantía de 5 años.