El emprendimiento en España es un tema que hoy resuena con fuerza, en un país que destaca por su creatividad y su capacidad de innovación. Pero, ¿realmente estamos listos y listas para dar el salto como uno de los principales referentes en emprendimiento en Europa? España cuenta con la motivación y los recursos para fomentar una red nacional de apoyo al emprendedor, sin embargo, el camino para emprender sigue lleno de obstáculos y barreras.
Es evidente que no resulta fácil emprender en nuestro país. La falta de una cultura empresarial arraigada, junto a la carga de impuestos y las dificultades de financiación, representan desafíos importantes. Pese a ello, uno de cada cuatro españoles/as ha emprendido en algún momento de su vida, alcanzando un notable nivel de satisfacción (62%), especialmente entre los/as jóvenes (75%). La vocación, el deseo de autonomía y el anhelo de ser su propio/a jefe/a son los motores principales que impulsan a nuestros emprendedores.
La paradoja de emprender: una buena idea no basta
¿A qué nos enfrentamos al emprender? La realidad es que tener una idea prometedora es solo el comienzo. Lanzarse al mercado sin una preparación integral no es suficiente, pues es necesario adquirir, o desarrollar durante el proceso, habilidades que nos permitan tener una visión completa de nuestro negocio. A veces, los emprendedores olvidan analizar factores fundamentales como la competencia, los canales de distribución adecuados o la definición clara de los socios estratégicos. Sin un enfoque sólido, el emprendimiento se convierte en un ejercicio de supervivencia que requiere un esfuerzo constante para mantenerse a flote.
Ante estas dificultades, muchos proyectos se ven limitados en su capacidad de crecimiento. Es aquí donde cobra relevancia el apoyo especializado y el acompañamiento continuo de entidades sociales especializadas para dar soporte a quienes ya tienen un proyecto en marcha, pero necesitan apoyo para mejorarlo y tener un negocio sostenible y con impacto en el tiempo.
Acompañamiento personalizado para emprender con éxito
Tanto la formación como el acompañamiento personalizado son clave para la valoración de los puntos fuertes de un proyecto y ayudar así a mejorar aquellos aspectos que necesitan fortalecerse. La importancia de este tipo de apoyo es fundamental y, en consecuencia, lo es el trabajo de técnicos y voluntarios, personas expertas en campos esenciales como los son las finanzas, la comunicación, la innovación o la gestión empresarial.
La colaboración en este sentido de personas mentoras, profesionales que acompaña al emprendedor/a durante los meses necesarios, ofreciendo asesoramiento y estrategias prácticas, proporciona una base sólida para que los/as emprendedores/as puedan superar sus desafíos iniciales y construir un negocio sostenible y exitoso.
En resumen, el potencial de España en el ámbito del emprendimiento es innegable, pero todavía necesitamos construir un entorno más favorable y que reconozca a las pequeñas y medianas empresas como el verdadero motor de nuestra economía.
Karla Estrada, Responsable Autoempleo Fundación Nantik Lum.