Con una historia de casi 500 años, Petritegi ha sabido evolucionar sin perder su esencia. Apostando por la sostenibilidad, la calidad y la innovación en cada kupela, esta sidrería demuestra que la tradición del txotx es más actual que nunca.
Para quienes buscan una experiencia gastronómica auténtica, espontánea y sin fecha de caducidad, Petritegi sigue abriendo sus kupelas y sus puertas durante todo el año. Porque en este rincón de Euskadi, el txotx no tiene final, sino infinitas oportunidades para brindar.
Fundada en 1526 en Astigarraga, Gipuzkoa, la bodega Petritegi es un legado de casi cinco siglos que une tradición, innovación y cultura. Con un ecosistema que incluye su sidrería histórica, el Sagar Bar Malum Rex, el Hotel Sagarlore y experiencias inmersivas, Petritegi ofrece un viaje completo al corazón de la sidra vasca.
Liderada por la familia Otaño, la bodega produce más de un millón de botellas al año, combinando su sidra natural clásica con propuestas modernas como La Petri, una espumosa galardonada, y el zumo de manzana ecológico, una bebida para todos los públicos. Reconocida con el sello Queer Destinations Committed, Petritegi es un espacio inclusivo y sostenible que invita a descubrir una forma de vida donde cada momento se celebra con sidra.
En qué consiste el txotx
Mientras muchas sidrerías celebran el txotx como una temporada con inicio y final, en Petritegi este ritual no tiene fecha de caducidad. Aquí, la tradición de beber sidra directamente de la kupela se vive todo el año, acompañada de un menú que no solo respeta la esencia gastronómica vasca, sino que también se adapta a todos los paladares.
Al grito de «¡Txotx!», los toneles la sidrería se abren, liberando una sidra recién fermentada, viva, fresca y llena de matices frutales. Beber directamente de la kupela no es solo un gesto, sino un regreso a los orígenes: una forma de conectar con la historia y con quienes comparten el momento.
Sin formalidades ni protocolos, cada visita a Petritegi es una celebración de lo auténtico: una mesa compartida, una copa en mano y el placer de degustar la vida sin prisas. El menú de sidrería es un homenaje a la cocina vasca, diseñado para potenciar la frescura y el carácter natural de la sidra.

PETRITEGI 1978
El legado familiar: generación tras generación
En los años 60, Joaquín Otaño, miembro de la cuarta generación, transformó Petritegi de una sidrería tradicional en un referente del sector. Fue su visión innovadora la que marcó un antes y un después:
- El Txotx moderno: Joaquín-junto a otros sidreros- reinventó el ritual del txotx, permitiendo que los visitantes probaran directamente la sidra de las kupelas, creando una experiencia que no solo era gastronómica, sino también cultural. También fue uno de los sidreros fundadores de la Asociación.
- Innovaciones técnicas: Introdujo sistemas de refrigeración, maquinaria moderna para la producción y nuevos formatos de envasado, mejorando la calidad y ampliando los mercados.
- Liderazgo sectorial: Como fundador de la Asociación de Sidreros, Joaquín fomentó la profesionalización de la sidra vasca, llevando la industria a un nuevo nivel.
Hoy, Ainara Otaño, de la quinta generación, lleva las riendas de Petritegi. Desde pequeña, Ainara vivió la cultura sidrera, participando en la recogida de manzanas y aprendiendo cada paso del proceso. Bajo su liderazgo, la empresa familiar ha dado pasos hacia la modernidad sin perder sus raíces:
- Innovación y diversificación: Ha liderado proyectos como el lanzamiento de la Denominación de Origen, sidras elaboradas con manzanas autóctonas, y La Petri, una sidra espumosa galardonada.
- Compromiso sostenible: Ainara ha apostado por la sostenibilidad, registrando la huella de carbono de Petritegi y fortaleciendo la producción ecológica.
- Creación de nuevas experiencias: Ha introducido espacios como el Sagar Bar Malum Rex, donde la sidra se vive de forma moderna e innovadora.
Para Ainara, la sidra no es solo una bebida, es una forma de conectar personas y generaciones. Su enfoque en mantener viva la tradición mientras abraza la modernidad ha sido clave para llevar a Petritegi al siguiente nivel.
Por su parte, Argoitz Otaño, miembro de la sexta generación, está escribiendo un nuevo capítulo en la historia de Petritegi. Como enólogo, Argoitz lleva la innovación al núcleo del producto. Su trabajo incluye el desarrollo de sidras monovarietales y gamas como La Petri, explorando nuevas formas de conectar con un público más diverso. Para Argoitz, la sidra es un campo de posibilidades infinitas, donde la tradición se mezcla con la creatividad.
Desde las primeras kupelas en 1526 hasta las innovaciones lideradas por Argoitz, Petritegi es un ejemplo vivo de cómo la tradición puede evolucionar y mantenerse relevante. Con una familia que ha sabido adaptarse a los tiempos, cada generación de Petritegi ha añadido un nuevo capítulo a esta historia de casi 500 años.
