La Comisión Europea ha presentado recientemente la «Brújula de Competitividad«, una ambiciosa estrategia que busca fortalecer la autonomía de la Unión Europea mediante el impulso de la productividad y la innovación. Este plan tiene como objetivo principal posicionar a Europa al mismo nivel competitivo que Estados Unidos y China.
Uno de los pilares fundamentales de esta iniciativa es la reducción de la burocracia y la mejora en la coordinación económica entre los Estados miembros y el sector privado. La Comisión se ha comprometido a adoptar las medidas necesarias para disminuir las obligaciones de información en un 25% para todas las empresas privadas y en un 35% para las pymes. Esta simplificación normativa pretende basarse en una comprensión práctica de las cadenas de valor y en un sistema regulatorio que priorice la confianza y los incentivos, en lugar de un control detallado.
Además, se propone una nueva definición para las empresas de mediana capitalización, es decir, aquellas que se sitúan entre las pymes y las grandes corporaciones. Esta categoría intermedia podría beneficiarse de un régimen regulatorio «a medida», permitiendo que las empresas innovadoras se beneficien de un conjunto único y armonizado de normas a escala de la UE. Asimismo, se busca eliminar las barreras fiscales a la inversión transfronteriza, facilitando así la expansión y colaboración entre empresas de diferentes Estados miembros.
Eliminación de obstáculos fiscales
La «Brújula de Competitividad» también enfatiza la necesidad de una supervisión financiera más unificada y la eliminación de obstáculos fiscales que dificultan la inversión transfronteriza. Estas medidas pretenden facilitar el acceso a la financiación y promover una mayor integración de los mercados de capitales europeos, aspectos cruciales para el crecimiento y la competitividad de las pymes.
Es fundamental que este marco de gobernanza y simplificación normativa se materialice de manera efectiva, adaptándose a las particularidades de cada país y sector. Para el tejido empresarial español, compuesto mayoritariamente por pymes, la implementación exitosa de estas medidas podría traducirse en una reducción significativa de la carga administrativa, permitiendo a las empresas centrarse en la innovación y el crecimiento.
Esta hoja de ruta representa una oportunidad única para reforzar la posición de las pymes en el mercado europeo e internacional. La clave estará en la ejecución efectiva de estas propuestas y en la colaboración entre las instituciones europeas, los gobiernos nacionales y el sector privado para garantizar un entorno empresarial más dinámico y menos burocrático.
Luis Martín, CEO de CE Consulting.
