«Es diferente y engancha; los beneficios para el aprendizaje de los niños son incalculables”, resume un padre. Inventor no es una extraescolar al uso: aquí los alumnos trabajan en equipo, desarrollan proyectos propios y aplican la innovación desde edades tempranas. “No repetimos deberes, convertimos la curiosidad en inventos reales”, explican desde la Academia de Inventores. Los beneficios van mucho más allá de lo académico: los niños aprenden pensamiento crítico, mejoran su capacidad de comunicación, ganan confianza en sí mismos y, sobre todo, disfrutan mientras adquieren competencias que serán esenciales en el futuro.
Todo ello se articula en cuatro áreas principales: programación (desarrollar lógica y creatividad digital), ciencia (experimentar y despertar la curiosidad), robótica (dar vida a sus ideas con tecnología) y mecánica (entender cómo funcionan las cosas construyendo con sus propias manos).
Proyectos que enganchan desde el primer día
Desde el primer trimestre, los pequeños inventores crean una pizarra y un cartel luminoso, una peonza que brilla al girar, un planetario en movimiento o una alarma de museo. Proyectos que integran ciencia y tecnología sin que ellos lo perciban como “más deberes”. La sensación es la de jugar, imaginar y experimentar.
La propuesta ya está generando impacto. Los colegios destacan que Inventor complementa a la perfección su oferta educativa. Las familias, por su parte, subrayan que los niños salen motivados, más comunicativos y con mayor iniciativa. Muchos trasladan lo aprendido a casa, proponiendo soluciones creativas para su día a día.
Una madre lo resume así: “Llevamos tres años en la academia y mi hijo empezó con cinco. Hoy construye inventos de madera con electrónica. Que vayan variando de áreas es un gran método para que no se aburran.”
Otra familia destaca: “Mi hija este año ha hecho un detector de mentiras con programación y sensores. Es genial que los inventos los hagan con sus propias manos y vean que la robótica sirve en la vida real desde pequeños.”
Una actividad accesible en toda España
Sedes propias en Zaragoza, Valencia y Madrid. En estas ciudades, las familias pueden llevar directamente a sus hijos a las Academias de Inventores, donde trabajan en grupos reducidos que favorecen la atención personalizada y el aprendizaje colaborativo. Los niños tienen acceso a un entorno preparado para experimentar con kits de robótica, herramientas de prototipado e impresoras 3D, lo que convierte cada sesión en una experiencia muy práctica. Además, estas sedes organizan talleres de fin de semana y colonias en vacaciones escolares, que amplían la experiencia y mantienen viva la motivación durante todo el año.
También hay colegios colaboradores en Asturias, Salamanca y Segovia. En estas ciudades, la academia lleva la experiencia Inventor directamente al centro educativo, proporcionando profesores especializados, materiales y metodología completa. De este modo, los niños pueden disfrutar de la extraescolar en su propio colegio, sin necesidad de desplazarse. Esta fórmula está teniendo una gran acogida porque aporta un valor añadido a la oferta educativa de los colegios y responde a la demanda de las familias que buscan actividades innovadoras y diferentes.
Para las familias que no cuentan con una sede o un colegio cercano, la academia ofrece un formato online con clases en directo y seguimiento personalizado. Los alumnos trabajan desde casa pero interactúan con compañeros de diferentes ciudades, creando una auténtica comunidad inventora a nivel nacional. Este modelo garantiza que cualquier niño, viva donde viva, pueda formar parte de la experiencia y desarrollar sus proyectos con el mismo acompañamiento y entusiasmo.
Este año, Academia de Inventores da un paso más incorporando nuevos módulos y proyectos conectados con retos del mundo real, como la sostenibilidad, la inteligencia artificial o el diseño de soluciones prácticas para la vida cotidiana. Además, la oferta online se amplía con más horarios y actividades, lo que abre la puerta a que aún más niños y niñas de toda España puedan unirse a la comunidad inventora sin necesidad de desplazarse.
