Amazon no se lo esperaba. Pero la entrada en vigor de Madrid Central le hace un flaco favor a la multinacional de Jeff Bezos. Su nuevo modelo de gestión logística, Amazon Flex, choca en este sentido de lleno con las retricciones de acceso a la almendra central que ha puesto en marcha el Ayuntamiento.
Cómo se detalla en la nueva normativa, los vehículos destinados a la carga y descarga de mercancías que quieran continuar su actividad en el centro de la capital, deben solicitar su inscripción previa en el ayuntamiento, que a su vez, comprobará que dicho vehículo puede realizar una actividad comercial.
Teniendo en cuenta que Amazon Flex no cuenta con transportistas profesionales, sino que bajo el paraguas de la falsa economía colaborativa ofrece trabajo a cualquiera que quiera realizar repartos por su cuenta y riesgo, lo normal que es que el consistorio no autorice la inscripción previa a la inmensa mayoría de estos vehículos.
Sólo podrían tener acceso aquellos que trabajando para Amazon Flex sean a la vez transportistas profesionales y cuyos vehículos, cumplan con las estrictas limitaciones de entrada a esta área de la capital. Además hay que tener en cuenta que los los requisitos que deberán cumplir los vehículos de transporte y distribución se irán endureciendo a medida que se vayan cumpliendo los períodos transitorios establecidos para que el sector logístico y de transporte madrileño se vayan cumpliendo a finales de 2019, 2022 y 2024.
Con esta medida la ciudad busca reducir el intrusismo que denuncian las empresas del sector y que afecta de forma directa a segmentos como el la paquetería o las mudanzas.