El emprendimiento crece en España, con un 11% de nuevas empresas creadas en comparación con 2022, según un nuevo estudio de Aticco. Sin embargo, el camino hacia el éxito es complejo y solo el 10% de las startups logran consolidarse en sus primeros tres años. Los desafíos van más allá de la competencia, incluyendo factores macroeconómicos, avances tecnológicos y cambios en los hábitos de consumo. Por ejemplo, en 2022, más de 26.000 pequeñas y medianas empresas cerraron en España, un 10% más que el año anterior, además de haberse frenado el emprendimiento en los últimos meses de 2023.
Esto subraya la importancia de una buena ejecución, un equipo sólido y un enfoque centrado en el cliente para evitar el fracaso. Las empresas suelen fracasar no por falta de una buena idea de negocio, sino por una implementación deficiente, una gestión operativa inadecuada, una falta de atención a las necesidades reales del cliente y una incapacidad para adaptarse a los cambios del mercado, e incluso por causas exógenas como la falta de fomento.
Sin embargo, a pesar de los desafíos económicos y las incertidumbres gubernamentales, la confianza empresarial en España ha demostrado ser resistente. La tasa de optimismo entre los emprendedores españoles ha aumentado del 26% en 2022 al 39% en 2023, situando a España entre los países con mayor seguridad. Además, más del 50% de las pequeñas y medianas empresas aspiran a aumentar sus beneficios entre un 10% y un 40% en la próxima década.
Claves del éxito para el emprendimiento
AticcoLab y Aticco Ventures, plataformas del grupo Aticco, además del estudio, ofrecen algunos consejos clave para superar el fracaso en el emprendimiento:
- Priorizar la ejecución sobre la idea: muchos emprendedores pueden tener ideas parecidas, pero los que logran el éxito son los que mejor ejecutan las operaciones necesarias como ventas, producción, logística, colaboraciones, etc. Una idea común bien ejecutada supera a una gran idea ejecutada mediocremente.
- Formar un equipo completo: dependiendo del proyecto, se necesitarán habilidades en marketing, finanzas, ventas, conocimiento del mercado objetivo, habilidades técnicas, etc. Ni el mejor producto se vende solo, ni el mejor marketing puede vender un mal producto, ni una empresa con mala gestión financiera puede prosperar.
- Equilibrar planificación y flexibilidad: es crucial tener un plan de negocio sólido y estar dispuesto a modificarlo según las respuestas del mercado, un proceso conocido en el mundo emprendedor como “pivotar”.
- Centrarse en el cliente: comprender las necesidades y expectativas del cliente es esencial. Escuchar a los clientes para entender por qué compran o no compran es vital. Un error común en los emprendedores es no escuchar a los clientes y asumir que saben mejor que ellos lo que necesitan.
- Comunicar claramente la propuesta de valor: es fundamental entender y comunicar qué aportamos al cliente a través de todos los canales disponibles.
Siguiendo estos consejos, las posibilidades de éxito son superiores, evitando algunos errores comunes cuando se comienza a emprender.
