Las impresiones profesionales diferencian el trabajo de una pyme por su calidad y su acabado final. Son, sin duda, una de las mejores cartas de presentación, y también una de las mejores maneras de mantener contentos a nuestros clientes.

En un mundo cada vez más competitivo todos los detalles cuentan. Marcar la diferencia es una manera de conseguir cosas que, de otra forma, nos habrían parecido inalcanzables, y cuando miramos al sector profesional la calidad de un trabajo se define, en muchos casos, por la calidad de la impresión.

Si queremos conseguir impresiones profesionales no nos basta con tener una impresora de última generación, hay que saber utilizarla. Por ello hemos dado forma a este artículo, donde os contaremos todo lo que debéis saber.

Cinco claves para crear impresiones profesionales sin esfuerzo

El primer paso es muy sencillo, debemos conocer los puntos fundamentales de nuestro trabajo y utilizar la impresora en consecuencia. Por ejemplo, hay proyectos que tendrán que ir en color sí o sí, y otros que quedarán mejor en blanco y negro.

No debería sonar extraño, en ocasiones el uso del blanco y negro da un toque único a un proyecto, como por ejemplo cuando trabajamos con diseños de épocas antiguas o queremos crear una ambientación sombría. Cada proyecto tiene sus particularidades, tenlas presentes e imprime en consecuencia.

En segundo lugar debemos ajustar ajustar el nivel de calidad a las exigencias de cada trabajo. Si vamos a trabajar con documentos internos podemos reducir un poco la calidad para ahorrar tinta, pero si vamos a enviarlo al cliente debemos imprimirlo en calidad máxima.

La tercera clave es sencilla, solo lograrás una calidad de imagen profesional con cartuchos de tinta original HP. Recuerda que puedes despreocuparte de la tinta y disfrutar de todas las ventajas de los consumibles originales HP ahorrando hasta un 70% con HP Instant Ink. ¿Quieres probarlo gratis? Pues te explicamos cómo puedes hacerlo en el enlace anterior.

Pasamos a la cuarta clave, utilizar el papel adecuado a cada proyecto. No es lo mismo imprimir un artículo de 2.000 palabras que un diseño publicitario sobre una imagen concreta, el primero encaja en folios de papel A4, pero el segundo debería ir en papel fotográfico.

Como dijimos en la primera clave cada proyecto tiene sus particularidades, y debes utilizar el papel más apropiado en función de sus características. Solo de esa manera lograrás el mejor resultado posible.

Terminamos con la quinta clave, una muy sencilla que, sin embargo, muchas veces pasamos por alto, ajustar bien el proyecto antes de imprimir. Por ejemplo, si vas a imprimir un texto con detalles en los laterales del papel debes asegurarte de haber ajustado bien los márgenes.

Una impresión mal ajustada perderá encanto, no tendrá el mismo impacto y no podrá ser considerada como profesional.