Tres errores frecuentes que cometemos a la hora de imprimir

Ha llegado el momento de imprimir ese proyecto que tenías en mente, pero antes de hacerlo es conveniente que repases algunas claves importantes para no cometer errores. Incluso cuando estamos convencidos de que un trabajo está perfecto y listo para salir por la impresora hay algunas cosas que pueden salir mal, así que debemos tener cuidado.

En este artículo queremos compartir con vosotros tres errores básicos pero muy frecuentes a la hora de imprimir, y os explicaremos cómo podemos evitarlos de una manera sencilla y sin esfuerzo. Los que nos leéis habitualmente ya sabéis que cometer un error a la hora de imprimir puede hacer que el trabajo que hemos sacado no sirva y que tengamos que tirarlo directamente, lo que significa que habremos perdido tiempo y dinero.

Sé lo que estáis pensando, que todos cometemos errores y que por una vez no pasa nada, y sí, es cierto, pero cuando esos errores se producen con frecuencia vamos acumulando un derroche de recursos importante que acabará redundando en un gasto importante.

1.-No comprobar el papel que tenemos cargado en la impresora

Es uno de los errores más habituales y de los más graves, sobre todo en aquellos entornos profesionales en los que utilizamos diferentes tipos de papel. Imagina, por ejemplo, que un compañero de trabajo acaba de imprimir en papel reciclado varios documentos de uso interno. Está genial, ya que ayuda a reducir costes y nos permite contribuir con el cuidado del medio ambiente, pero te lanzas a imprimir un proyecto que tiene que ir a manos de un cliente y te olvidas de cambiar el tipo de papel. Si no te das cuenta a tiempo y dejas que se imprima todo el proyecto los costes pueden ser importantes, sobre todo si has imprimido en color y en calidad alta.

Para evitar este problema solo tienes que asegurarte de que tienes claro el tipo de papel que está cargado en la impresora antes de imprimir, y de que realmente es ese el tipo que necesitas. Si no es así cámbialo antes de imprimir y avisa a tus compañeros. Al final la comunicación es clave para que una pyme funcione correctamente, y este es uno de los mejores ejemplos.

2.-Olvidarnos de ajustar bien la calidad de impresión y el uso (o no) del color

Imprimir un documento en una calidad o modo de impresión que no se corresponde con la que realmente necesitamos es un error que puede llegar también a inutilizar el trabajo que acabamos de imprimir, aunque su gravedad puede depender de cada caso en concreto.

Por ejemplo, si necesitas imprimir un trabajo en color y lo imprimes en blanco y negro lo más probable es que no te sirva y que tengas que volver a imprimirlo. Sí, habrás gastado papel, tinta y tiempo. En caso de que hayas errado el tiro con la calidad de impresión quizá puedas aprovechar el documento, pero habrá casos en los que tampoco, como por ejemplo si se trata de un proyecto que debe ir en calidad alta a las manos del cliente y lo imprimes en calidad baja. La solución es sencilla, comprueba los ajustes siempre antes de imprimir para evitar errores.

3.-No revisar la ortografía y la alineación del documento o imagen

Es otro error frecuente, sobre todo cuando estamos trabajando con documentos que incluye imágenes y que pueden acabar saliendo mal ajustadas, y también cuando hemos escrito textos muy largos y no les hemos dado al menos una segunda (o tercera) lectura. La ortografía es muy importante cualquier proyecto, y por ello debemos cuidarla al máximo.

De nuevo un ejemplo para entenderlo. Imagina que envías un proyecto con faltas de ortografía a un cliente, no estarás dando una buena imagen, ¿verdad? Y ahora piensa en un proyecto que sale mal alineado o con las imágenes cortadas, tampoco de serviría. Para evitar que esto ocurra solo tienes que revisar antes de imprimir, y hacerlo únicamente cuando estés totalmente convencido de que el proyecto, documento o imagen está realmente preparado para dar el salto al papel.