En España los servicios de telefonía VoIP apenas se usan. Ya sea por el desconocimiento de los ciudadanos sobre cómo funciona este servicio o por la regulación, como apunta la CMT. Lo cierto que es sólo hay 375.000 abonados españoles.
Este dato contratsta con el de otros países europeos como Alemania, donde la VoIP es cada vez más popular y ya cuenta con 3,9 millones de usuarios, o en Francia donde en poco tiempo se ha alcanzado la cifra récord de 10,8 millones de clientes. ¿Qué pasa entonces en nuestro país?
Según un informe de la CMT del que se hace eco ElPais.com, las barreras legislativas impiden que se desarrollen como en otros países europeos, donde hablar por Skype es el pan de cada día. La diferencia númerica respecto a la telefonía móvil y fija, el no poder hacer portabilidad y no tener derecho a aparecer en los directorios telefónicos son las principales trabas, según la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones.
Aunque la regulación no tiene porque ser el único motivo, las diferencias con la telefonía más tradicional no juegan a favor de las llamadas que aprovechan la tecnología de Voz sobre IP. Mientras la telefonía fija y móvil están reguladas como Servicio Telefónico Disponible al Público, la VoIP tiene otro calificativo: servicios vocales nómadas con capacidad multimedia con dos rangos de numeración telefónica. Por un lado los SVN nacionales que empiezan por 51 y por otro los limitados por el distrito telefónico.
La telefonía IP, por definición, es nómada, lo que significa que no está asociada a un línea de teléfono. De ahí la diferenciación con la telefonía tradicional. En este aspecto, la CMT propone que se permita indistintamente el uso de la numeración geográfica para la STDP y SVN. De este modo, un abonado a VoIP podría cambiar su nuevo de proveedor conservando su número.
A pesar de estos problemas regulatorios, es verdad que la desinformación tampoco ayuda a que los internautas se involucren en este servicio. Muchas personas no saben que es posible hablar de ordenador a ordenador gratuitamente o que por una pequeña cantidad de dinero un cibernauta estadounidense te puede llamar a casa. Quizás este sea el problema principal para el despegue de esta telefonía.
