Los portátiles son productos tecnológicos complejos a la hora de posicionarlos. Las variables que los caracterizan de manera determinante son tan dispares como tamaño, peso, rendimiento, autonomía o incluso el acabado, el diseño y la estética.
Lo deseable es tener el mínimo tamaño y peso, el máximo rendimiento, la autonomía más prolongada, el acabado más robusto y la mejor apariencia como sea posible. El nuevo ASUS UL30A es el resultado de un acertado manejo de las variables anteriores para conseguir un portátil muy versátil en todos los frentes.
Con 1,7 kilogramos no es el portátil más ligero del mercado, pero es una cifra excelente en valor absoluto, que permite en la práctica llevar el equipo encima sin que suponga una carga excesivaAdemás, el alimentador de corriente es tan pequeño como el de los netbooks y, afinando aún más, se podría afirmar que en raras ocasiones será necesario llevar encima el alimentador si previamente se ha cargado la batería en casa.
El reducido grosor es también una tendencia en el mercado actual de equipos utraligeros y un apartado cuidado en este modelo, que facilita llevar el ordenador en una mochila o un maletín sin problemas de angosturas. Además, con 13,3’ pulgadas de diagonal, es posible tener al mismo tiempo una resolución decente, un teclado bien dimensionado y espacio de sobra para disipar los componentes internos, así como para albergar una batería de capacidad más que aceptable.
El apartado del procesador y la memoria son de especial interés y una de las claves que definen la identidad de este portátil. Además, no se puede dejar de lado el software Power4Gear de ASUS, que al final juega un papel determinante también en este equipo.
La CPU es un modelo ULV (Ultra Low Voltage) de Intel, con doble núcleo y 1,3 GHz de velocidad. El chipset Intel GS45 permite instalar cómodamente 4 Gbytes de RAM DDR3, con la ventaja de su más reducido consumo comparado con el de la memoria DDR2, y la presencia de un chip gráfico Intel GMA 4500HD capaz de “mover” contenidos multimedia con soltura. Para completar este repertorio tecnológico, el disco duro de 500 Gbytes supone una acertada elección con capacidad de sobra para no depender de sistemas de almacenamiento externos.
De todos modos, lo que define realmente la identidad de este equipo es su versatilidad y la posibilidad de hacer que se comporte del modo más apropiado en cada situación. Si se quiere una menor autonomía a cambio de un rendimiento más elevado, el procesador Core 2 SU7300 se muestra mucho más solvente que un Atom N270, por ejemplo. A cambio, consume más energía, desde luego, pero aun así la autonomía permite usar el equipo durante unas cuatro horas exprimiéndolo al máximo de rendimiento.
Si por el contrario se busca autonomía, usando Power4Gear se puede definir el valor máximo de rendimiento para la CPU, así como configurar otras variables determinantes para la reducción de consumo en el equipo. Por ejemplo, se puede definir que el máximo rendimiento del procesador sea del 50% del total. Si se procede de ese modo, el rendimiento está a un nivel similar al de un Atom, pero a cambio la autonomía se prolongará hasta 6, 8 o más horas dependiendo del uso que se le dé. Si sólo se usa un procesador de textos, con tiempos de inactividad intercalados, se puede usar el equipo hasta durante 10 horas. La batería de 84 Whr y un consumo inferior a los 10 Whr durante los momentos de menos actividad hacen posible el milagro.
Si en un momento dado se necesita más rendimiento, se puede usar el botón directo en el teclado para cambiar a un modo de alta velocidad, e incluso «overclockear» el procesador hasta un 5% por encima de la frecuencia nominal. De este modo, se puede, literalmente, adaptar el portátil a cada necesidad y cambiar la configuración con una pulsación del acceso directo en el teclado. Es un poco como tener varios portátiles en uno, con rendimiento variable y con autonomías también variables.
Ergonomía óptima
El teclado de este equipo, de tipo “chiclet”, está realmente bien dimensionado, y al mismo tiempo deja espacio para que el touchpad no se quede reducido a la mínima expresión. Además el touchpad es multitáctil, y permite usar gestos para realizar acciones como desplazamientos horizontales, verticales o zoom. La carcasa no se calienta en exceso, y el acceso a los componentes internos es sencillo y permite instalar más memoria o cambiar el disco duro con facilidad.
En realidad es poco realista ampliar más la memoria, pues con 4 Gbytes hay de sobra para instalar todo tipo de aplicaciones estándar en el ámbito de la ofimática o incluso la edición de fotos. En las pruebas se pudo trabajar de un modo correcto con Adobe Lightroom procesando imágenes procedentes de una cámara Canon EOS 7D en modo RAW, por ejemplo. No es tan ágil como un ordenador de sobremesa, pero permite abordar algunas tareas sencillas, convertir formatos o realizar el etiquetado y clasificación de las imágenes.
Las conexiones abarcan las imprescindibles como USB, red Ethernet, lector de tarjetas SD y HDMI, aunque se echa de menos eSATA para conectar dispositivos de almacenamiento externos de alta velocidad. La webcam integrada en el marco, la entrada de micrófono y la de auriculares y la conexión VGA completan un repertorio correcto y versátil.
Lo que sí no está integrado es el dispositivo óptico, aunque realmente no se echa de menos para nada en esta configuración. Existe la posibilidad de conectar una unidad externa mediante USB, aunque su uso, en condiciones normales, se limitará a posibles operaciones de instalación del sistema operativo.
Frente a la competencia
El rival “natural” de este portátil es el modelo Timeline de Acer. Hay otros, desde luego, pero estos dos ordenadores son los contendientes por antonomasia en el panorama actual de equipos ultraligeros. Las similitudes entre ambos son numerosas, con pantalla en ambos casos de 13,3 pulgadas, con un grosor reducido, teclado “chiclet” y procesador de bajo voltaje. Pero con el modelo UL30A, ASUS consigue una importante ventaja gracias al doble núcleo de su procesador y a la mayor autonomía de la batería con nada menos que 84 Whr.
La pantalla LED, las conexiones y otros aspectos como el chipset son también similares en ambos equipos, aunque de nuevo el procesador supone una importante diferencia. Además, ASUS no se queda atrás en lo que a disco se refiere, con 500 Gbytes, o a memoria con 4 Gbytes DDR3. Además, el transformador es más compacto en el caso de ASUS, con un cable “fino” de conexión a la red en vez del más grueso y pesado del equipo de Acer.
En esencia, el único núcleo del equipo de Acer supone una buena baza en el apartado del ahorro de energía, aunque sacrifica en demasía el rendimiento global. ASUS, por su parte, ha decidido usar un procesador más potente, aunque con la posibilidad de “overclockearlo” o también reducir su velocidad en caso de querer reducir el consumo al máximo. La batería de más de 80 Whr es todo un acierto que hace que el peso suba algo, pero a cambio, el tiempo de trabajo será tan prolongado como 8 horas o incluso más, y mínimo de unas 4 horas a un rendimiento máximo.
La funcionalidad ExpressGate es otro valor añadido, que permite al equipo arrancar desde una partición especial donde está instalado un entorno de inicio Linux desde el cual reproducir contenidos multimedia, navegar en Internet, etcétera.
Rendimientos y batería
Una de las ventajas de este equipo es la de poder regular el consumo de energía aumentando o reduciendo la velocidad de la CPU. Ya en BIOS hay una opción para practicar un ligero overclocking de la CPU hasta un 5 % por encima del valor nominal, pero también se puede reducir el consumo mediante la aplicación Power4Gear de ASUS, de modo que el rendimiento se reduzca, pero aumente la autonomía. En esta pequeña tabla se referencian dos benchmarks y los resultados respectivos con el procesador al máximo de velocidad y en el modo de ahorro de energía. De este modo se puede ver cómo afecta ese ahorro de energía al comportamiento del sistema.
Para hacerse una idea aproximada de la relación entre consumo y batería, para un valor de 10 Whr en el consumo medido, una batería como la de este equipo, con más de 80 Whr de capacidad, durará algo más de 8 horas. Con el consumo máximo de 22 W, la autonomía será de unas cuatro horas. Que no está nada mal, todo sea dicho.
Consumo durante la ejecución de benchmarks
Cinebench, modo de máximo rendimiento: 21 – 22W, 3.057 puntos, 4 min 49 seg
Cinebench, modo de ahorro de energía: 13 – 15 W, 1.691, 8 min 43 seg
Kribibench, máximo rendimiento: 21 – 22 W, 0,6023 fps
Kribibench ahorro energía: 14 – 15 W, 0,35 fps
Resultado de la prueba de autonomía
Battery eater Pro: 6 horas 4 minutos en modo de ahorro de energía.
Consumo en reposo: 10 – 12 W
Rendimiento multimedia
En este último apartado, hay que hacer notar que la presencia de una gráfica integrada Intel GMA4500MHD permite acelerar contenidos multimedia codificados como MPEG, H.264 o WMV. En las pruebas realizadas con el software Windows Media Player o Cyberlink PowerDVD, el uso de CPU de estas aplicaciones se mantuvo bajo durante la reproducción de algunas películas y archivos de test codificados en alta calidad. Pero por otro lado, la CPU de este equipo es modesta en cuanto a rendimiento y muy sensible a otras aplicaciones que estén ejecutándose. Así que habrá que tener cuidado con este punto y tratar de cerrar las aplicaciones en segundo plano que más recursos consuman antes de reproducir una película Blu-Ray o un archivo MPEG o WMV. La salida HDMI es la mejor solución para conectar el portátil a una pantalla de alta definición, junto con el audio.
Conclusiones
El ASUS UL30A deja muy buenas sensaciones en nuestro laboratorio. ASUS ha tardado en encontrar la fórmula de la movilidad, pero con la gama UL (de UnLimited) consigue un producto bien acabado, con un precio al alcance de audiencias muy amplias. En resumen: autonomía, rendimiento, ergonomía y precio para un producto que recomendamos desde MuyComputer. Además, si quieres conseguirlo al mejor precio, en la Tienda MuyComputer lo encontrarás a 681 euros. ¿Qué más quieres?