La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) califica de monopolista a las entidades de gestión de derechos de autor como la SGAE, por lo que en un informe pide una «revisión integral» de la Ley de Propiedad Intelectual en la búsqueda de un modelo más favorable a la competencia.
Además, solicita la eliminación de la obligatoriedad de la gestión colectiva a través de entidades de gestión al tiempo que exige que las mismas carezcan de ánimo de lucro, una de las mayores críticas a la voraz SGAE.
El regulador de Competencia considera que las sociedades de autor (SGAE, DAMA, CEDRO, VEGAP, AGEDI, EGEDA, AIE, y AISGE) están en una situación monopolista que «reduce sus incentivos a operar de modo eficiente, facilita el establecimiento de tarifas inequitativas y/o discriminatorias por la utilización de los repertorios y obstaculiza las actividades que realizan los usuarios” en el mercado tradicional y en el entorno on-line.
Por ello, la CNC considera que debe realizarse una revisión integral de la Ley de Propiedad Intelectual, para garantizar que sea un «marco claro y predecible para los agentes y eliminar aquellos elementos que están actuando de barreras de entrada legales».
El regulador propone modificar los estatutos de las entidades para hacerlos más flexibles y transparentes y los contratos de gestión con los titulares, para “limitar los períodos de permanencia, prórroga y preaviso y garantizar que el titular tenga mayor flexibilidad sobre los términos de contrato». También estima la inclusión de obligaciones de transparencia sobre los repertorios efectivamente gestionados por las entidades y tarifas que tengan en cuenta el uso efectivo.
En particular, el regulador considera que debe eliminarse «la obligatoriedad de la gestión colectiva a través de entidades de gestión» en los casos en los que se impone en la actualidad. Otra de las medidas a imponer sería la “obligación de que las entidades de derechos de autor carezcan de ánimo de lucro”, uno de los aspecto más criticados ante la voracidad recaudatoria de organizaciones como la SGAE y su gestión interna, criticada por sus propios trabajadores.
