Durante su intervención en unas jornadas sobre la movilidad como eje estratégico en la economía, Piqué ha constatado que volar se ha convertido en algo «profundamente incómodo» y ha añadido que la culpa «no sólo es de las aerolíneas»
El presidente de Vueling, Josep Piqué, ha puesto voz a lo que piensa el común de los mortales y ha criticado los controles de seguridad aeroportuarios a los que deben someterse los pasajeros antes de viajar, afirmando que son «irritantes» e incluso, a veces, «un poco indignos».
El ex ministro de Industria ha apuntado que en un mercado como este el precio «es todavía determinante», aunque la estrategia de Vueling, que integró a Clickair, pasa por la diferenciación y en ir dando mayor complejidad a la oferta para atraer a varios tipos de clientes.
En este sentido, Piqué ha explicado que Vueling ha conseguido que el 50% de los viajeros que utiliza el ‘puente aéreo’ entre Barcelona y Madrid sean pasajeros de negocios, lejos de la imagen que podría desprenderse de una aerolínea que la gente identifica como ‘low cost’.
El presidente de la compañía quiere separar este concepto de la aerolínea que dirige y la considera como una empresa «más eficiente» en costes. Dice que otras que pueden considerarse «high cost» arrastran cargas del pasado que no les permiten alcanzar niveles de eficiencia de estas nuevas aerolíneas.
En este sentido, conisera que compañías aéreas tradicionales que operan en red tienen un modelo basado en alimentar un ‘hub’ (aeropuerto con conexiones de vuelos internacionales) con una red de vuelos de medio y corto alcance para llenar los aviones de larga distancia. El problema, según Piqué, es que estas aerolíneas tienen que competir en esta red de corta y media distancia con compañías que son más eficientes.
Sobre las perspectivas de futuro del sector, Piqué ha constatado que habrá «fortísimos procesos de concentración y alianzas internacionales», como las que ya se están dando para sobrevivir en el mercado.
Asimismo, afirma que las aerolíneas deberán adaptarse a un perfil de consumidor «con mucha más información» gracias al progresivo acceso a las nuevas tecnologías, lo que derivará en la desaparición de intermediarios entre el oferente y el demandante.
