La morosidad de los créditos a particulares y a empresas concedidos por bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros de crédito (EFC), alcanzó en octubre una tasa de morosidad del 5,66%. Del crédito financiero total, 1,829 billones de euros, casi 103.685 millones de euros son de dudoso cobro.
Los datos publicados por el Banco de España muestran un incremento de la tasa de morosidad respecto del mes anterior de 0,17 puntos porcentuales y una variación interanual también en alza, un aumento de hasta 0,68 puntos básicos.
Si descomponemos los datos por tipos de entidades de financieras, los establecimientos financieros de crédito se llevan la peor parte. Los EFC han sido los más afectados por créditos de cobro dudoso con un 10,2% de morosidad, le siguen los bancos con un 5,8%, las cajas de ahorros con un 5,49% y las cooperativas de crédito con un 4,45%.
La presente situación, de manera inevitable, afectará a la financiación de las pymes, por lo que se hace cada vez más indispensable las ayudas de financiación a pymes por parte de la administración.
Esta tasa de morosidad es la más elevada que recogen los registros del Banco de España desde la de enero de 1996, cuando se encontraba en el nivel del 5,72%.
En cuanto a las provisiones financieras, las entidades han venido agrandando los fondos de provisiones hasta alcanzar la cifra de los 61.515 millones, lo que supone un aumento respecto a los 61.278 millones del mes anterior.
Los bancos y las cajas esperan que la tasa de morosidad siga subiendo en los próximos meses aunque al parecer, lo hará de forma desacelerada según la creencia mayoritaria de las entidades.