De hecho las ventas del sistema operativo de Microsoft, al caer por tercer trimestre consecutivo, no pueden ser calificadas sino de decepcionantes. Este bajón ha comenzado a preocipar incluir a los inversores que comienzan a mostrarse preocupados por las perspectivas de crecimiento de la compañía.
«Todos los ojos están en Windows y cómo finalmente van a extender esta franquicia en el futuro, mientras el negocio de los PC sigue perdiendo participación de mercado ante los ‘tablets», dijo Josh Olson, analista de tecnología del administrador de dinero Edward Jones. «Microsoft en realidad necesita demostrar su capacidad de extender sus productos estrella a estas nuevas plataformas en crecimiento», agregó.
A pesar de la caída de Windows, Microsoft logró superar con tranquilidad las proyecciones del mercado sobre sus ganancias, ayudada por las fuertes ventas de su software Office y de su consola de juegos Xbox, así como por una fuerte caída en su cuenta de impuestos
