BT, Sky, TalkTalk y Virgin no permitirán por defecto el acceso a páginas web pornográficas. Según el ministro de Reino Unido, David Cameron, propulsor de esta iniciativa, la medida responde a una protección de los menores contra este tipo de contenidos.
Así, las cuatro grandes ISP inglesas bloquearán los sitios web con pornográfica explicita. Los clientes que quieran tener acceso a estos contenidos, tendrán que pedirlo expresamente al darse de alta en el servicio de Internet o bien llamar a servicio de atención al cliente.
Junto a la medida, Cameron ha presentado un portal para ayudar a los padres a denunciar contenidos inapropiados o enviar quejas. El sitio web estará supervisado por organismos públicos que velarán la seguridad de los más pequeños.
Con esa noticia se abre el debate de la industria pornográfica, un mercado que reporta grandes beneficios a las empresas pero que debe estar escondida. Así, nos planteamos ¿no sería más fácil promover un servicio oficial de control parental no sólo para la pornografía sino también para contenidos violentos o pederastas? Así, mataríamos varios pájaros de un tiro y ahorraríamos el mal trago de los usuarios al tener que decir que quieren ver porno por Internet.