«La bajada de sueldos es desincentivadora y daña el capital humano de la Administración». Con estas palabras rotundas la CEOE pide que se rebaje el número de funcionarios en lugar de que cobren menos. Por ello, la CEOE insiste en su petición de realizar un «plan detallado para reducir el personal del sector público, con el fin de que este sector se ajuste más a las necesidades de la economía, sea más sostenible a medio y largo plazo, y haya margen para reducir la presión fiscal».
La patronal detalla que este plan de supresión de empleos públicos que propone debe asociarse a aquellas «políticas de gasto y empresas públicas que generan ineficiencias y duplicidades, y no supongan un servicio esencial para los ciudadanos y las empresas».
Al contrario, la confederación que preside Juan Rosell destaca como positivas todas las medidas que flexibilicen el mercado laboral de la función pública, como son la supresión de días para asuntos propios o el cambo de las condiciones de la incapacidad temporal.
