España superó en julio en un 3 y un 7 por ciento, respectivamente, los registros del mismo mes de 2011. Frente a los temores de pymes y autónomos a la subida del IVA y cómo afectará a la última parte del añ0, la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, aseguró que el cambio impositivo no afectará «para nada» a la demanda de turismo extranjero.
El sector está razonablemente satisfecho, porque temía una debacle debido a la contracción del consumo en España y al retraso en la concreción de las reservas, ya que se hacen cada vez más a última hora. El pasado julio, que había sido un mes bastante bueno, cundió el pánico. «Hubo un parón en la primera quincena de agosto, pero la segunda mejoró y en el conjunto del verano estamos algo por debajo de 2011″, explica Antonio Mayor, presidente de Hosbec, la patronal hotelera de Benidorm y la Costa Blanca.
Andalucía, primer destino para los turistas nacionales, ha tenido un mes de julio algo peor de lo esperado y un agosto en línea con las previsiones pese a la atonía del mercado nacional, que habría caído un 4 por ciento en la región. El internacional ha mitigado gran parte de este descenso al crecer un 6 por ciento en pernoctaciones, según el balance provisional de la consejería de Turismo de la Junta.
Un balance casi idéntico es el que se hace desde Cataluña, donde los visitantes de fuera han compensado el nulo efecto esperado por el sector, gracias, sobre todo, a las ofertas de última hora entre los españoles, cuyas reservas cayeron entre un 3 por ciento y un 4 por ciento en Cataluña, según datos de la Acav (Asociación Catalana de Agencias de Viaje).