El Banco de España ha comunicado su último balance trimestral con una mala noticia para el sector empresarial: El beneficio de las empresas que no pertenecen al sector financiero en 2012 se ha hundido un 57,2%, lo que supone la mayor caída desde el año 2005.
Según aseguraba durante la presentación de estos datos, el director del servicio de estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, este desplome se debe, entre otros factores, al aumento de los gastos financieros, al descenso de los dividendos obtenidos por las empresas españolas desde sus filiales en el exterior, así como a la caída de márgenes empresariales, lo que ha provocado un deterioro de los beneficios adicional al 26% que se produjo en 2011.
Según Malo de Molina, aunque todavía «es pronto» para valorar todos los efectos de la reforma laboral, este indicador muestra que el nuevo marco de las relaciones laborales está ayudando a las empresas a mejorar en flexibilidad. No obstante, ha reconocido que hasta que el sector público no culmine con los ajustes que tiene pendientes «es muy difícil» que se vuelva a generar empleo en España.