Como hemos visto en otras ocasiones, el content marketing es una de las tendencias más interesantes dentro del mundo de la comunicación. Aprender a vender gracias al poder de los contenidos y sobre todo, ser relevantes en base a la relevancia de los mismos. Es una de las fórmulas con la que más se está experimentando en los últimos tiempo y en la que no siempre es fácil acertar. De hecho, los errores son más que frecuentes. En este artículo y con la ayuda de Writtent.com, vamos a repasar alguno de los más habituales.
Abusar del SEO
Una de las razones por las que apostamos por el marketing de contenidos es porque si lo que escribimos es bueno y relevante, no vamos a necesitar ese empujón extra que nos proporcionan las técnicas SEO. No quiere decir que por supuesto, no tengamos que optimizar nuestro artículo.
Pero lo que no debemos hacer es cometer errores que Google ya está penalizando, como incluir decenas de palabras clave, apostar por un link building obsesivo o lo peor, distorsionar el sentido del texto para que teóricamente sea más «Google Friendly».
¿Cuál es el objetivo?
Está muy bien que queramos escribir un eBook para promocionar nuestros contenidos. Pero si vamos a llevar a cabo una tarea que requiere de tanto tiempo y esfuerzo, más vale que sepamos detectar desde el principio para quién estamos escribiendo.
A casi nadie le gusta leer generalidades y definitivamente, es imposible escribir un documento o un artículo que resulte interesante para todo el mundo. Así que antes de ponernos a escribir es importante determinar: ¿Por qué escribo y para quién lo hago?
No medir bien los resultados
¿En qué métricas nos fijamos cuando analizamos nuestra estrategia de contenidos? Puede resultar atractivo medir el número de artículos que publicamos, los comentarios o incluso las páginas vistas y perder de vista las métricas que realmente importan: usuarios únicos que recibe nuestra web, leads que generamos y el ROI que obtenemos.
Personal branding
A medida que como autores estamos creando nuevos contenidos, estamos construyendo nuestra marca personal. El posicionamiento de nuestro nombre crece en Internet y cada vez somos más visibles en buscadores y redes sociales.
Por este motivo, si hay algo que como creadores de contenidos no podemos descuidar, es nuestra imagen on-line, nuestro personal branding.No podemos presumir de ser un gran creador de contenidos si luego tenemos descuidado nuestro Twitter o si nuestro perfil en LinkedIn está incompleto. No podemos decir que sabemos si luego la imagen que damos en nuestro blog personal es lamentable.
Contenido controvertido
Por supuesto que a todos nos gusta que hablen de nuestro artículo. Que sea compartido en las redes sociales. Que reciba miles de visitas y genere una oleada de comentarios. Que se convierta en un auténtico fenómeno viral.
Pero lo que tenemos que preguntarnos es si toda esta respuesta o feedback que estamos obteniendo lo conseguimos por las razones adecuadas. Está bien hacer un contenido controvertido o incluso polémico, pero tal vez no esté tan bien si lo que conseguimos es que nuestra marca se ponga bajo el punto de mira y no precisamente para bien.
Falta de agilidad
¿De verdad que vamos a apostar por hacer la enésima infografía? ¿Vamos a volver a repetir ese último vídeo pero cambiando algunas cosas? ¿Qué es lo que quiere nuestra audiencia? O mejor dicho ¿Qué es lo que no quiere ver? Y tal vez lo más importante, si toda nuestra competencia está haciendo las mismas cosas, ¿Tiene sentido que hagamos lo mismo? ¿Tiene más fuerza nuestro mensaje si «gritamos» más alto?
La falta de agilidad a la hora de ofrecer a nuestra audiencia lo que quiere o necesita, puede provocar que corramos el riesgo de convertirnos en irrelevantes.
Mentir
Una de las grandes ventajas que tiene el content marketing, es que nos permite mostrar el lado más humano de nuestra empresa. Nos permite poner cara a las personas que están detrás de la marca, cómo se trabaja, cuál es nuestra responsabilidad social corporativa, etc.
Por eso el content marketing nos permite separarnos de los mensajes corporativos que lanzamos por otras vías, e incluso alejarnos del discurso oficial. Siempre claro está, que digamos siempre la verdad, que seamos absolutamente sinceros.
