Aparcar en ciudades como Madrid puede resultar toda una odisea completamente imposible. El 20% del tráfico diario que circula en los centros urbanos se debe a conductores que buscan aparcamiento, lo que se traduce en atascos continuos y emisiones a la atmosfera de 400Tm de CO2 al día que se podrían evitar. WeSmartPark surge como solución a este problema.
Se trata del primer servicio de parking colaborativo del mundo, o como se le conoce, el AirBnB de los parkings. WeSmartPark permite a los conductores aparcar en las plazas de uso privado cuando sus propietarios no las están utilizando. De modo que los conductores pueden reservarlas desde su teléfono móvil aparcando un 60% más barato, y los propietarios consiguen unos ingresos extra sin renunciar a su uso. De este modo, se crean nuevas plazas en la ciudad sin tener que construir más aparcamientos.
Ideado por un equipo de jóvenes emprendedores españoles, WeSmartPark, que arrancó en marzo de 2013 y que actualmente cuenta con más de 40 parkings y 15.000 conductores, ha llegado este septiembre a Madrid, apoyado y financiado por la Secretaría General de Turismo y 12 parkings de las cadenas Hoteleras NH, Derby y Exe Hotels.
El funcionamiento de WeSmartPark es sencillo. El conductor se registra en WeSmartPark y consigue una pegatina teletac. El registro se puede hacer a través de la página web, para recibir por correo la pegatina teletac en casa con 5 horas gratis de parking, o bien a través de la app, en este segundo caso adquiriendo por 1 euro la pegatina teletac con 10 horas de aparcamiento en tiendas AURGI y algunas gasolineras REPSOL de Madrid y Barcelona. Una vez registrado, el conductor puede encontrar y reservar los parkings desde su móvil o web, y la pegatina teletac es el identificador que le abrirá las puertas de los parkings WeSmartPark.
La tecnología que utiliza WeSmartPark ha sido totalmente desarrollada y patentada por estos emprendedores, que la instalan de forma gratuita a los propietarios que quieren compartir su plaza mientras no la usan con los conductores registrados. Aunque cualquier propietario puede aportar sus plazas, los primeros en compartirlas han sido los hoteles, seguidos de empresas e inmobiliarias, aunque en Barcelona ya cuentan con 4 comunidades de vecinos.