Los adblocks se han convertido en toda una pesadilla para medios de comunicación y anunciantes. Los primeros no consiguen rentabilizar sus contenidos y los segundos pagan por campañas que consiguen poca a ninguna efectividad. Algunos medios de comunicación han empezado a luchar contra este tipo de bloqueadores, pero el problema es que sigue habiendo mucho desconocimiento sobre lo que es un adblock y cómo trabaja.
Para despejar dudas, Eulerian Technologies acaba de publicar una guía en la que pone de manifiesto cinco mitos que muchas empresas siguen asociando con estos bloqueadores de anuncios. Son los siguientes:
1.»Los adblocks son un fenómeno todavía limitado»
Según estimaciones de PageFair, en agosto de 2015 había activos 198 millones de usuarios de adblock, con un incremento del 41% entre 2014 y 2015.
En dispositivos móviles, las cifras son incluso peores: 419 millones de usuarios bloquean la publicidad, también según datos de PageFair hechos públicos en mayo de 2016. El crecimiento se torna espectacular si tenemos en cuenta que el número de usuarios de adblock en dispositivos móviles ha aumentado un 90% entre enero de 2015 y enero de 2016. Estos datos justifican la inquietud que el fenómeno está causando en la industria digital, en especial entre los actores de publicidad y los anunciantes.
2. «Los adblocks son todos iguales»
Dentro de los adblocks, los usuarios pueden definir una lista personalizada con el fin de decidir qué elementos quieren bloquear. No obstante, cada adblock tiene una política propia más o menos agresiva, así como una lista por defecto más o menos restrictiva.
Por ejemplo, entre los famosos Adblock/Adblock Plus y uBlock/uBlock Origin: mientras la política de los primeros es más suave, autorizando incluso a ciertos anunciantes que respetan una carta de buena conducta, los segundos bloquean una cantidad mucho mayor de formatos publicitarios, desde una ventana pop-up hasta iconos de marcas en redes sociales.
3. «Un adblock bloquea sólo la publicidad»
Hay que ser conscientes de que los adblocks bloquean igualmente los tags, los scripts… y esto se convierte en un verdadero problema, ya que es justamente en estos conceptos tecnológicos en los que se basan las herramientas que utilizan los anunciantes para el análisis de sitios web, la personalización o el retargeting.
4. «Basta con pagar para no ser bloqueado»
Ciertos adblocks proponen soluciones tecnológicas que pasan por pagar para ser excluidos de sus listas por defecto, sin dejar de respetar ciertos criterios de publicidad.
Según cifras aportadas por PageFair, 148 empresas pasaron a la lista blanca de Adblock Plus en 2014. Sin embargo, si el usuario personaliza su propia lista o usa otra más restrictiva disponible on-line, la publicidad difundida por estas empresas se verá bloqueada de todos modos.
Además, algunos adblocks se niegan a entrar en cualquier tipo de negociación con los proveedores de servicios tecnológicos. Todo depende también del adblock instalado en el navegador del usuario y de la personalización que éste elija hacer.
5. «Todas las campañas se ven afectadas del mismo modo»
No todos los segmentos de población tienen el mismo comportamiento frente al fenómeno adblock. Según un estudio del Instituto de Estadística Francés IPSOS para la organización de publicidad IAB, el 53% de los jóvenes entre 16 y 24 años usan una solución adblock, mientras esta cifra disminuye a un 20% en personas de 60 años en adelante.
No obstante, no todas las campañas publicitarias tienen el mismo público objetivo y no todos los países se ven afectados por el fenómeno de la misma manera. Por ejemplo, hay muchos más dispositivos móviles que utilizan una solución adblock en Asia que en Europa o América del norte y, de hecho, más del 76% de esos 419 millones de usuarios que bloquean la publicidad en dispositivos móviles vive en China, India o Indonesia.