IKONO es una nueva propuesta de entretenimiento y arte inmersivo que ofrece al público una nueva forma de disfrutar el arte y a las marcas una nueva forma de relacionarse con su público.
En un panorama donde la búsqueda de conexiones auténticas y memorables es primordial, IKONO invita a explorar un universo sensorial que va más allá de lo tradicional, transformando cada visita en una experiencia única y personal.
En esta entrevista exclusiva, conversamos con Amanda Avendano, Global Experience Manager, y Sofia Lamas Gonnelli, Global Communications Manager de IKONO, quienes nos desvelan las claves de su éxito. Desde la concepción del experience marketing hasta la implementación de tecnologías de vanguardia y la medición del impacto emocional, nos ofrecen una mirada profunda a la filosofía y estrategias que ya han permitido a IKONO cautivar a más de 1,5 millones de visitantes.
MuyPymes: Para empezar: ¿Cómo define IKONO el “Experience Marketing” y qué lo diferencia de una estrategia clásica de marketing de contenidos o de performance?
Sofía Lamas Gonnelli: En IKONO entendemos el experience marketing como algo que no se cuenta, se siente, se vive. Nuestros espacios son una invitación a vivir la comunicación de una forma distinta: a través de la experiencia. De esta manera buscamos no sólo atraer visitantes; sino que cada persona se sienta parte activa de la narrativa, que despierten su curiosidad y se reconecten con su niño interior.
A diferencia del marketing tradicional, aquí el éxito no se mide solo en números o entradas vendidas, sino en emociones, recuerdos y el deseo de volver.
MuyPymes: Cuando habláis de “interconectividad entre puntos de venta”. ¿Qué significa en la práctica para la experiencia del visitante? ¿Qué procesos integrasteis (reservas, atención, pagos, reporting) y cómo cambió los tiempos de respuesta?
Amanda Avendano: En IKONO, todos nuestros espacios están conectados. Gracias a un sistema único de gestión, centralizamos la compra de entradas, el control del aforo y la atención al visitante en tiempo real. Porque da igual desde dónde accedas: queremos que la experiencia sea fluida, ágil y segura desde antes de ingresar en los espacios.
En este sentido, hemos creado un ecosistema digital que une reserva, pago y atención en un mismo lugar, optimizando cada paso para que el visitante sólo tenga que preocuparse de disfrutar. Y junto a Fever, nuestro aliado tecnológico global, hemos llevado el ticketing a otro nivel: más intuitivo, más conectado y humano.
El resultado, es una red viva de experiencias donde tecnología y emoción se dan la mano para que todo fluya desde el primer clic hasta el final del recorrido inmersivo.
Sofía Lamas Gonnelli.
MuyPymes: En nuestro último debate comentaste que la última migración al cloud “ha sido maravillosa”. ¿Qué decisiones (arquitectura, partners, gobierno del dato) marcaron la diferencia respecto a la primera, y qué aprendizajes os llevasteis?
Amanda Avendano: En esta última migración, decidimos rediseñar toda nuestra arquitectura tecnológica para que refleje lo que realmente somos: un universo sensorial y conectado. Apostamos por una infraestructura cloud escalable y segura, que unifica datos, personaliza experiencias y optimiza cada proceso en todos nuestros espacios.
La clave ha estado en el dato y en rodearnos de partners que entienden que la tecnología, en IKONO, no es solo una herramienta, sino una forma de crear. Hoy podemos analizar en tiempo real cómo vive cada visitante su experiencia y adaptarla al momento, creando conexiones más humanas a través de la innovación.
MuyPymes: Cuando habláis del arte inmersivo como herramienta de bienestar y autocuidado, en un país donde un 34% de la población sufre ansiedad o depresión. ¿Cómo medís en IKONO el impacto real de vuestras experiencias en el bienestar de los visitantes (métricas, encuestas positivas, colaboraciones con universidades o expertos en salud mental)?
Sofía Lamas Gonnelli: IKONO nació con un propósito sencillo pero poderoso: hacer sentir. En un mundo lleno de ruido, queríamos crear un refugio donde las personas pudieran desconectar del exterior para reconectar consigo mismas. En un país donde la ansiedad y el estrés se han vuelto parte del día a día, creemos que el arte inmersivo puede ser una auténtica herramienta de bienestar, una pausa que invita a respirar y volver a mirar la vida con asombro.
Concebimos cada espacio como un pequeño universo sensorial, diseñado para despertar algo en las personas. A veces es calma, otras, curiosidad o pura alegría. Y todo esto lo medimos con encuestas, reviews y análisis de sentimiento, sí, pero también con gestos: las sonrisas que se alargan, el tiempo que la gente pasa sin mirar el móvil, o la cantidad de visitantes que deciden volver. Esas métricas invisibles son las que más valor tienen para nosotros.
Y si hay algo que nos emociona profundamente es escuchar frases como “a esta edad pensé que no podría volver a sentirme de nuevo como un niño”. Porque en el fondo, ese es nuestro mayor indicador de éxito: lograr que, aunque sea por un momento, las personas se reconecten con la parte más genuina de sí mismas.

MuyPymes: Con más de 1,5 millones de visitantes y propuestas sensoriales (luz, sonido, aromas), ¿Qué criterios seguís para diseñar experiencias emocionalmente potentes pero seguras —p. ej., protocolos de accesibilidad, advertencias sensoriales, políticas de “cool-down”, o adaptaciones para personas con hipersensibilidad— sin sacrificar la creatividad y que siga siendo impresionante?
Amanda Avendano: Sabemos que trabajamos con estímulos potentes como la luz, el sonido, el aroma, el color y por eso cada detalle está diseñado con sensibilidad y respeto por quien lo vive. En esta línea, nuestro equipo creativo colabora con especialistas en bienestar y accesibilidad para mantener un equilibrio constante entre el impacto sensorial y la calma emocional; porque creemos que la verdadera innovación no está solo en deslumbrar, sino en emocionar sin abrumar.
MuyPymes: Mirada a futuro: ¿qué tendencias ves clave en Experience Marketing para pymes y negocios presenciales (phygital, memberships, data clean rooms, real-time CX…)? ¿Qué consejo darías para empezar sin sobredimensionar costes?
Sofía Lamas Gonnelli: Creo que el futuro del Experience Marketing será más bien phygital, emocional y participativo. Las marcas que logren conectar el mundo físico y el digital sin perder la esencia humana, serán las que realmente permanezcan en la memoria del público.
Amanda Avendano: Por mi parte, creo que nos dirigimos hacia un modelo donde la tecnología amplifica, pero no sustituye la emoción. Veremos crecer experiencias personalizadas gracias a la data inteligente, membresías sensoriales y vivencias en tiempo real que se adaptan al ritmo y las emociones de cada persona. Pero más allá de la innovación, lo verdaderamente transformador seguirá siendo la conexión genuina.
El punto de partida está en crear instantes que dejen huella. No se trata de gastar más, sino de cuidar los detalles que despiertan emoción y hacen que cada persona se sienta parte de algo auténtico.


























