El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará a partir del próximo 18 de noviembre el Indice de Precios del Trabajo (IPT), un indicador anual, pionero en Europa, que medirá la evolución real de los salarios, ya que tendrá en cuenta la composición del empleo. Según ha publicado el diario El Economista, el IPT medirá el cambio en el precio de la mano de obra en el tiempo sin que dicha medida esté afectada por cambios en la calidad y cantidad de trabajo realizado. Este indicador será de ámbito nacional, de periodicidad anual y ofrecerá datos de la ganancia por hora de los asalariados por cuenta ajena en alta en la Seguridad Social, eliminando así los efectos que tiene sobre los salarios el número de horas trabajadas.
Para ello, el INE seleccionará una «cesta» de puesto de trabajo representativa, al estilo del IPC, pero referida al empleo, cuyo comportamiento seguirá a lo largo del tiempo. El objetivo de este indicador es medir la evolución real de los salarios ya que, por ejemplo, medir los salarios en términos promedios, como se viene haciendo hasta ahora, no refleja fielmente cómo evolucionan los sueldos en España.
El salario medio en una empresa puede aumentar de un año para otro, pero en realidad haberse reducido para el trabajador como consecuencia de una disminución de la plantilla o de un repunte del empleo a tiempo parcial. Así, por ejemplo, una empresa con cinco trabajadores, dos de ellos fijos con 3.000 euros de sueldo, otro indefinido con 2.000 euros de nómina, y dos temporales que perciben 1.000 euros, arrojarían un salario medio de 2.000 euros mensuales. Si esa misma empresa despide al año siguiente a los dos temporales, y recorta el sueldo en 200 euros mensuales a los tres fijos que conserva, tendría un salario medio de 2.467 euros al mes. El salario medio sube porque se han destruido dos empleos, pero los trabajadores que se quedan no cobran más, sino entre un 7% y un 10% menos que en el año anterior.
Cabe señalar, que ningún país de la Unión Europea dispone de un indicador como el que se propone publicar el INE. Sólo Estados Unidos y Australia tienen algo parecido.