Lavanderías de autoservicio que apuestan por la calidad tanto en la maquinaria como en el servicio que se presta al cliente y en la atención final. Esta es la propuesta de Lavapiú, una enseña que llega tras triunfar en Italia, su país de origen. Quieren expandiese por España y están ya trabajando para ello.
Han abierto un primer establecimiento en Madrid y la idea es seguir expandiéndose por todo el país. El objetivo es inaugurar hasta 300 locales por las principales ciudades españolas y prevén un crecimiento del 10% durante el próximo año.
Lavapiú cuenta con el apoyo de un gran grupo, Miele, que le aporta la experiencia tecnológica y la innovación en la maquinaria. Esto le da un plus de confianza y garantías a este proyecto de lavanderías de autoservicio.
De cara a los franquicias, Salvador Martínez Aleixandre, country manager de la enseña, destacó que la compañía va a seguir trabajando en la misma línea que lo ha hecho hasta el momento en Italia, su país de origen. La idea es seguir apostando por la excelencia para franquiciados y para el cliente final. Ese es el objetivo y la meta de la enseña. Martínez ha hablado al respecto, destacando que “en Lavapiú el elemento diferenciador es proporcionar el respaldo total a los asociados y conseguir que la experiencia de lavado sea más gratificante para el usuario final”.
Este tipo de negocios empiezan a proliferar en las grandes ciudades españolas. En ellas se da un mayor número de viviendas de pequeño tamaño que prescinden de lavadoras y secadores y en las que sus habitantes se ven en la necesidad de contar con instalaciones de lavado de ropa. Suelen ser personas que viven solas o parejas jóvenes, gente que comparte piso y que no cuentan con electrodomésticos de este tipo en la vivienda. Es en emplazamientos como Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla, entre otros, donde Lavapiú puede que encuentre sus potenciales usuarios y franquiciados.
