En 2013 se puso en marcha Brubaker, una marca de moda masculina que nacía por y para Internet. ¿Sus señas de identidad? Diseños de calidad a precios competitivos. Manuel de Timoteo y Antonio Robert pueden decir, cuatro años después, que la enseña es un ejemplo de negocios de éxito, con una facturación prevista para 2017 de 1,37 millones de euros. Y para 2019 ya tienen previsto llegar a los 8,7 millones de euros.
Brubaker fabrica íntegramente en España, concretamente en factorías que tiene en Ciudad Real, Lugo, Albacete y Mataró. Cuidan todos los detalles en sus prendas y exigen el cumplimiento de exhaustivos controles de calidad. Dicen no vender marca sino producto y calidad a precios competitivos y usan la página web como medio de ventas. ¿El motivo? Evitar intermediarios y ahorrar al que compra costes asociados a la venta en los canales tradicionales, en las tiendas físicas.
Brubaker adquiere las materias primas por todo el mundo, tejidos oxford y popelin que están muy bien valorados. Comparten proveedores con firmas tan reconocidas como J. Crew, en Estados Unidos, o Hackett, e incluso con diseñadores de moda de reconocimiento internacional. La startup está destacando tanto que ya está en el punto de mira de numerosos inversores que consideran que es una firma que está haciendo las cosas de una manera diferente. Empezaron apostando por la caminaría y poco a poco están trabajando para ampliar su línea de productos.
La firma de moda masculina ha lanzado una segunda ronda de financiación. Quieren conseguir 190.000 euros para poder afrontar una fase nueva dentro de su expansión. Para ello han optado por la plataforma de crowdfunding Startupxplore. Con ella consiguieron 200.000 euros hace apenas 16 meres por lo que esperan alcanzar esta nueva meta que se han marcado.
Brubaker está presente tanto en España como en Reino Unido, Francia y Alemania y están aumentado su facturación de manera notable gracias a esta presencia internacional.