Le empresa española Zero 2 Infinity pretende asaltar el turismo espacial con una propuesta basada en globos de helio. El proyecto se llama Bloon y tiene como objetivo transportar turistas a la estratosfera, a una altura de 36.000 metros. A buen seguro, las vistas de la Tierra desde esas latitudes son espectaculares. El precio del pasaje es de 110.000 euros por persona.
El turismo espacial no es un invento de esta década. El estadounidense Dennis Tito fue el primer cosmonauta privado de la historia. Pagó en el año 2001 entre 20 y 25 millones de dólares para visitar la Estación Espacial Internacional.
El viaje de Tito supuso un punto de inflexión para que una serie de aventureros, pudientes todos ellos y amantes del cosmos explorarán el espacio exterior.
Pero es ahora, en pleno 2018, cuando muchas empresas se encuentran en una carrera frenética por ofrecer paquetes turísticos con viajes espaciales. Las más representativas son Boeing, Virgin Galactic, Blue Origin o SpaceX y han ofrecido llegar a la Luna, a Marte y hasta vuelos estratosféricos y suborbitales.
Bloon es el sistema que ha creado Zero 2 Infinity y tiene unos objetivos algo más modestos y sencillos.
El proyecto consiste en un globo de helio que se hincha hasta llegar a los 120 metros de diámetro impulsando una cápsula presurizada. En su interior caben cuatro pasajeros y dos tripulantes. Tras dos horas surcando la estratosfera, el globo vuelve a la Tierra a través de un descenso controlado con paracaídas.
Es quizás en esta sencillez donde reside su gran virtud, ya que pretende ser igual de efectivo que el resto pero más seguro, limpio y económico.
“No luchamos cotra la naturaleza sino que nos aliamos con ella”, afirma José Mariano López-Urdiales, director ejecutivo de Zero 2 Infinity.
El vuelo de Bloon llegará a una altura de 36 kilómetros que es el triple de la altura de un avión de línea. “Es verdad que la Estación Espacial Internacional está unas diez veces más alto que lo que subimos. Pero una vez que el cielo es negro, no se hace más negro por subir más”.
Zero 2 Infinity ha desarrollado una cápsula a una escala del 50% y sus ingenieros trabajan para obtener uno a tamaño real. La empresa pretende conseguir ventanas panorámicas para observar la Tierra y el universo durante las dos horas en las que los turistas están en la estrafosfera.
«La posibilidad de explorar el espacio es una opción real que está infraexplotada. Es un sector embrionario y nuestra idea es facilitar el acceso al espacio a todo el que lo necesite, incluidos turistas», manifiesta López Urdiales. El objetivo es hacer más accesibles las oportunidades de vuelo por encima de donde vuelan los aviones.
Zero 2 Infinity, que se encuentra en fase de búsqueda de inversores, quiere llevar turistas al espacio en el plazo de dos años.
Es la única empresa privada europea centrada en el turismo espacial. La idea es operar desde Andalucía, en una experiencia que pretenden que se extienda durante varios días y no sólo las seis horas que duran el ascenso, la contemplación y el descenso.