La entrada en vigor el 1 de enero de 2018 de la Ley de Reformas Urgente del Trabajo Autónomo ha dejado abierta la posibilidad de cambiar hasta cuatro veces al año la base de cotización a la Seguridad Social, frente a las dos veces que se podía hacer hasta el año pasado.
Si bien es una medida que pretende adaptarse a la temporalidad y fluctuaciones de muchos negocios, permitiendo que los autónomos puedan aumentar su cotización durante la época en la que tienen más ingresos y reducirla cuando su facturación disminuye, una de las dudas habituales que pueden surgirle a los autónomos es si tiene sentido modificar su base.
En este sentido, lo que solemos recordar desde RB Ruiz Beato Abogados a nuestros clientes, es que muchas veces cuando pensamos en la base de cotización únicamente tenemos puestas nuestras miras en la jubilación y nos olvidamos de tres cuestiones tan importantes como la expresada, que son: la incapacidad temporal o accidente, la posible pensión de viudedad en caso de fallecimiento del trabajador o inclusive la percepción de las prestaciones de maternidad o paternidad.
Es cierto que la mayoría de la gente tiene asociada la cotización con la rentabilidad de la pensión de jubilación sobre todo porque mucha gente no confía en que el día de mañana los jubilados vayan a tener tengan garantizado el acceso a una pensión de jubilación.
Sin embargo, se olvidan que la base de cotización tiene un recorrido e importancia mucho mayor y que en base a la misma hay otras prestaciones cuya cuantía depende del importe por el que hayamos cotizado. Por lo tanto ¿tiene sentido modificar la base de cotización?
Los trabajadores por cuenta ajena no pueden decidir pues ellos cotizan en función de las retribuciones que perciben, sin embargo los autónomos, gracias a la reciente disposición normativa aprobada con efectos del 1 de Enero de 2018, pueden modificar la misma 4 veces al año ya que la base de cotización por la que opten nada tiene que ver con la retribución que perciben.
La finalidad por la que se aprueba esta flexibilidad a la hora de elegir la base de cotización (que no es otra que ayudar a los autónomos que no tienen ingresos suficientes o recurrentes o estables todos los meses), no debe hacernos olvidar que siempre y cuando nuestras circunstancias personales nos los permitan conviene optar por una base de cotización que el día de mañana pueda suponer el acceso a una pensión de jubilación digna.
Pero que al mismo tiempo contribuya a generar unas coberturas y garantías para optar a otras prestaciones en cuantía suficiente para poder vivir y mantenerse gracias a las mismas , ya que en caso de tener una desgracia, un accidente, una enfermedad o en su caso fallecimiento nos garantice un nivel de vida que suponga no depender de los demás. O bien unos ingresos que ya no estando presentes, garanticen a los nuestros una estabilidad económica para que puedan salir adelante.
En cualquier caso, recuerde que si decide modificar la base de su cotización a la Seguridad Social, esta medida no entrará en vigor de forma inmediata y que las peticiones de cambio de cotización serán válidas para periodos trimestrales siempre y cuando se soliciten en los plazos correctos.
Es decir, 1 de abril, si la solicitud se ha formulado entre el 1 de enero y el 31 de marzo; 1 de julio, si la solicitud se formula entre el 1 de abril y el 30 de junio; 1 de octubre, si la solicitud se ha formulado entre el 1 de julio y el 30 de septiembre; y 1 de enero, si la solicitud se ha formulado entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre.
Firmado: Fernando Ruiz-Beato, socio de RB Ruiz Beato Abogados.
