En este artículo fuimos de los primeros en confirmaros que la actualización Windows 10 Spring Creators Update había sido retrasada. Su lanzamiento se esperaba para el 10 de abril pero al final se suspendió el despliegue de la misma por razones hasta ahora desconocidas.
Microsoft no hizo ningún comentario en su momento pero estaba claro que tenían que haber encontrado algún problema muy grave para verse obligados a retrasar el lanzamiento de dicha actualización. En su momento os comentamos que pudo deberse al descubrimiento a última hora de uno o varios fallos importantes, y hemos podido confirmar que no íbamos desencaminados.
El gigante de Redmond ha confirmado que identificaron fallos graves en la última versión estable que llegó al canal Insider y que éstos podían acabar generando bloqueos del sistema, también conocidos popularmente como «pantallazos de la muerte».
Si Microsoft hubiese lanzado esa actualización podría haber expuesto una gran cantidad de equipos a esos fallos graves y habría dejado a una cantidad desconocida de usuarios con un equipo inestable e impredecible, lo que obviamente habría generado malestar, quejas e incluso podría haber desembocado en demandas contra la compañía.
Con eso en mente no nos extraña que al final el gigante estadounidense haya decidido retrasar el lanzamiento de Windows 10 Spring Creators Update, una actualización que en principio debería llegar a finales de abril con el último parche de seguridad y una puesta a punto para corregir dichos errores. Se espera que la versión definitiva y nueva RTM se conozca como build 17134.