Con motivo de la celebración el pasado miércoles del Día de las Microempresas y las Pequeñas y Medianas empresas, la empresa Goalboxes propone siete antídotos para que pymes y micropymes mejoren su productividad.
Para Goalboxes, un “centro de productividad” que ofrece programas de formación para empresas y directivos, se debe considerar “el aumento de la productividad como vía de mantenimiento y crecimiento es una orientación estratégica clara para ellas”, según ha informado a través de un comunicado.
En España existen en la actualidad casi 3 millones de microempresas y pymes, según datos recogidos por Goalboxes del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, “lo que representa el 99% de su tejido empresarial”.
En este sentido, el responsable de Goalboxes, Aritz Urresti, propone siete claves para que las pymes y micropymes mejoren su productividad.
1- Ser coherente a la hora de expresar la propia opinión
Ante el temor de “sentirnos rechazados”, en multitud de ocasiones “no sabemos decir que no”, algo que se debe aprender para evitar que alguien “abuse” de la generosidad de uno mismo para ayudar a otros.
“Esta forma de actuar no sólo resta productividad si no que muchas veces son barreras mentales por lo que hay que tratar de dar la opinión propia incluso ser asertivos, siempre que haya una coherencia personal/profesional”, según la fuente.
2- Delegar tareas de baja rentabilidad
Por lo general, y según Urresti, cualquier trabajador, ostente un cargo directivo o no, busca encargarse “de todas las responsabilidades”, o al menos las que le competen, bien porque cree que “las tareas son simples y no vale la pena ponerlas en manos de otros”, o por todo lo contrario: “son tan difíciles y complejas” que solo uno mismo se cree capaz de realizarlas correctamente, desconsiderando a los compañeros.
“Esto provoca que perdamos tiempo en tareas que no resultan tan importantes”, de modo que se recomienda “revisar las tareas de Alta Rentabilidad Personal (ARP) y Profesional (AR), es decir las más importantes, y comprobar si se están cumpliendo y delegar aquellas que nos restan tiempo para cumplir las primeras”.
3- Aprender a comunicarnos con nosotros mismos
“Los demás no viven en nuestra cabeza, luego es necesario que sepan lo que queremos para obtener la respuesta que esperamos”, sino este hecho puede conducir al equívoco, de modo que Urresti aconseja tratar de “comunicar de forma correcta” e incluso “ser asertivos”.
4- Destinar momentos específicos para atender las interrupciones
“Las interrupciones secuestran tiempo a nuestro cerebro y además le lleva veinte minutos más reconectar con la tarea que estaba haciendo cada vez que nos desconcentramos”, por eso “hay que aprender a gestionarlas para reducir su impacto”.
Es habitual que, en un momento determinado, un compañero solicite ayuda y requiera del tiempo personal, para lo que se debe “tratar de minimizar el impacto de éstas y otras interrupciones es esencial y se puede conseguir proponiéndoles una reunión a la hora del café o durante la comida”.
5- Hacer las tareas que más cuestan en primer lugar
La idea es aplicar el “famoso” refranero: no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. De este modo, se debe evitar aplazar las tareas que más cuestan a otro día, pues el esfuerzo final es superior: la tarea seguirá ahí y se perderá tiempo pensado una excusa por la que posponer la labor.
El motivo por el que se pospone un cometido pendiente es “por una barrera mental o por falta de motivación”, por lo que una de las soluciones para encarar y darle la vuelta a la situación es “pensar en los beneficios de realizarlas y cuáles son los obstáculos que se nos plantean y cómo superarlos y tras identificar su prioridad, agendarlas”, según Urresti.
6- No perder el tiempo mirando el móvil o redes sociales
“No dejamos de mirar el móvil por si un whatsapp o e-mail entró en alguna de nuestras cuentas, y nos obligamos a responder de forma automática”, de tal forma que “perdemos mucho tiempo en ello”.
En este sentido, Urresti aconseja “gestionar y dedicar un tiempo concreto a estas tareas”, aglutinándolas todas para dedicarle espacios específicos en la agenda.
7- Definir objetivos y tiempos de las reuniones
Algunas reuniones “duran más de lo que deberían, por eso es recomendable, para que no roben más tiempo del debido, definir el objetivo de la reunión y cuánto tiempo vamos a conceder a cada punto a tratar”.
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